"PATRIOTA SLATER".

En lo particular, meses encerrado y las pocas veces que puedo salir, después mantener mi casa y hacer tareas con mi hija, me pongo la mascarilla y doy una vuelta a la manzana. Cumplo con esa norma porque soy responsable, disciplinado y respetuoso. A veces, me tomo una foto (con mascarilla) y se las mando a mi familia y nietas, tratando de dar un buen ejemplo. No se si todo esto lo hago por mi formación militar que, junto con mandar, primero me enseñó a obedecer o tal vez lo hago por que así me criaron mis padres o simplemente por sentido común. Lamentablemente usted no entiende nada de eso, no es la primera vez, que usted se mofa de la dura y crítica realidad que viven los chilenos. ¿Se imagina usted a una autoridad militar con una actitud similar a la suya? Usted se habría encargado de denunciarlo en rueda de prensa, citaría al INDH, haría cadena nacional y lo llamaría a retiro. En resumen, la "irresponsabilidad" política lo puede todo. La responsabilidad de mando militar, n

  Un vídeo, difundido por las redes sociales el lunes 30 de noviembre, de autoría de la Defensoría de la Niñez, llama a “saltarse todos los torniquetes” y a “caminar junto a la revolución”. Paralelamente, en el Senado, en estos días se deberá votar la Ley sobre el “Sistema de garantías de protección integral de los derechos de la niñez”. Una ley tan aberrante y diabólica como la fracasada, pero no muerta, Ley de Educación Sexual Integral. Este carísimo y polémico vídeo, recibido con innumerables críticas, fue justificado por la institución indicada, argumentando que se trataba de una “metáfora”. Yo diría que, derechamente, se trataba de un intento más por deconstruir nuestra sociedad y su núcleo principal: La Familia.   Christian Slater Escanilla.   Presidente Provisional. Patriotas por Chile. Partido Político en organización.

           Ya está más que claro que los Partidos Políticos están en total descrédito. Sean estos los tradicionales o los otros, esos tan difíciles de encasillar en una ideología política y que, para sobrevivir, todos los días se cambian el nombre o se diluyen en penosas y diferentes alianzas. De la izquierda tradicional, ni hablar. Totalmente desarticulada y peleándose las migajas. La derecha, un desastre, bajo cuya tienda  — tras el vacío de poder y liderazgo —  cualquier cosa puede suceder. El desbande ya comenzó.    En la otra vereda, más de 7 millones de habitantes, que no votan, desencantados, desconfiados y aburridos de los partidos políticos. ¿La verdad?: ¡hastiados! No quieren saber nada de aquellos y menos, de sus corruptos procedimientos para alcanzar y mantenerse en el poder. Cúpulas políticas que, para el logro de sus intereses personales, nuevamente han secuestrado a la democracia, burlándose de sus escasos seguidores y simpatizantes.   Recordemos que, de 14.855