LA CONVENIENTE MEMORIA SELECTIVA DE LA IZQUIERDA.
"...porque hablar del 'legado' también es hablar de promover el caos, el enfrentamiento armado entre compatriotas, el colapso económico y social, el robo, la violación de la Constitución, la corrupción, el lujo, el engaño, las fiestas privadas, el caviar, el wisky, los excesos y, por supuesto, dejar el país al borde de una guerra civil...."
Parece que la historia tiene un sentido del humor particularmente sarcástico cuando se trata del Partido Socialista y sus figuras ilustres. La reciente destitución de la senadora socialista Isabel Allende no solo nos deja un vacío en el Congreso, sino que, por algún misterioso designio del destino (o del poder), la imparable Carolina Tohá sale, nuevamente, favorecida. ¿Qué coincidencia, no? ¿O más bien qué rutina ya conocida?
Le guste o no a Vodanovic y Escalona, su partido, el mismo que hace gala del 'legado de Allende', vuelve a quedarse en un mal pie para llevar candidato propio. Y esta no es la primera vez que el Partido Socialista se ve en problemas.
¿Recuerdan el 2002, cuando el exdiputado socialista Juan Pablo Letelier fue acusado por cohecho y desaforado en el famoso caso 'Coimas'? ¡Ah, qué tiempos aquellos! Él, a diferencia de otros, logró esquivar una condena gracias al apoyo de la Sala Penal de la Corte Suprema. Esa misma Corte que hoy nos dicen que es tan imparcial y justa. Resulta que en 2002 acogió el Recurso de Amparo de Letelier. ¡Qué conveniente!
¿O tampoco se acuerdan de esta sesión de fotos?:
Y ya que estamos hablando del Partido Socialista y de legados, me pregunto: ¿De qué 'legado de Allende' estamos hablando exactamente? ¿Del peor Gobierno en la historia de Chile? ¿De la internación de armas a través de la Embajada de Cuba? Recordemos los bultos que ingresaron por el Aeropuerto de Pudahuel durante el gobierno de Allende, dirigidos a la Embajada de Cuba, y que no fueron controlados. Un hecho que sigue siendo objeto de controversia y que, en su momento, generó dudas razonables sobre el uso de la infraestructura diplomática para propósitos cuestionables.
¿De la llegada de miles de guerrilleros cubanos para enseñarnos sobre 'lucha de clases'? ¿De la inolvidable visita de un mes de Fidel Castro, que parecía más el verdadero presidente que un simple invitado? ¿O será del 'legado' de haber sido declarado fuera de la Constitución? Ah, también podemos recordar su habilidad para indultar terroristas con la misma soltura con la que se promovía la lucha armada de clases.
¿Y qué decir de los cordones industriales, la escasez, el racionamiento y ese pequeño detalle de tener 'dos domicilios'? Durante su gobierno, Allende habitó tanto en la residencia oficial de Tomás Moro como en su casa privada en calle Guardia Vieja. Además, su estrecha relación con 'la Payita', su secretaria personal y cercana colaboradora, ha sido objeto de múltiples comentarios y análisis históricos, entrelazando hechos con especulaciones sobre su vida privada. ¿Quién era realmente su mujer? Una duda razonable que permanece en el imaginario colectivo.
Claro, porque hablar del 'legado' también es hablar de promover el caos, el enfrentamiento armado entre compatriotas, el colapso económico y social, el robo, la violación de la Constitución, la corrupción, el lujo, el engaño, las fiestas privadas, el caviar, el wisky, los excesos y, por supuesto, dejar el país al borde de una guerra civil. Pero bueno, parece que algunos prefieren recordarlo como un mártir de la democracia. Un personaje que prefirió suicidarse, a enfrentar sus responsabilidades políticas. Eso sí que es tener memoria selectiva. Algo muy típico de la izquierda.
Al final del día, uno no puede dejar de pensar en esos nuevos partidos políticos cuyos líderes solo pueden ser acusados de 'fachos' o 'ultraderecha'.
¡Qué ironía! Un sinónimo de probidad para sus corruptos acusadores. Parece que en Chile, ser de la verdadera derecha equivale a ser decente, mientras que ser de izquierda asegura una cuota de inmunidad ante cualquier escándalo.
Mientras los de siempre siguen aplaudiendo sus propios errores históricos y enarbolando banderas desteñidas por la corrupción y el engaño, quizás sea hora de preguntarnos si no estamos, una vez más, siendo testigos de la misma comedia repetida. ¡Bravo, Partido Socialista! ¡Bravo, Carolina Tohá! Una vez más, el poder se reacomoda mientras el ciudadano común observa incrédulo el mismo espectáculo de siempre.
Por su cuenta, el PC no se queda atrás y le complica el camino a la imparable Tohá:
Seguimos esperando "la carta" del PS.
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