SOBRE LO OCURRIDO EN VENEZUELA, ¿CUÁL SERÁ EL AMBIGUO COMENTARIO DEL PRESIDENTE BORIC?

PINCHA AQUÍ LO QUE ADVERTIMOS EL 4 DE ENERO: 👉"EL PERIODISTA": EDMUNDO GONZÁLEZ NO PUEDE TERMINAR COMO REHÉN DE MADURO




Las declaraciones inútiles e inservibles de la Comunidad Internacional, tal como se advirtió en este Blog, no impidieron que el Dictador Maduro burlándose de los organismos internacionales, usurpó el poder de Venezuela junto a un grupo de payasos asesinos y un discurso propio de un enajenado mental.

Un espurio acto en que solo el Comunista Jadue de Chile aplaude. Solo falta saber qué ocurrirá con la oposición y Edmundo González, el verdadero Presidente electo.
Felicitaciones a CANAL 13, el único canal, que hoy 10 de enero, cubrió con detalles este cantinflero acto antidemocrático.



¿SERÁ POSIBLE?

Si Nayib Bukele estuviera en Venezuela, podría buscar posicionarse como mediador en la crisis política, explorar cooperación estratégica o proyectar su modelo de liderazgo regional, aunque arriesgaría críticas por contradecir su postura previa hacia Maduro y posibles tensiones con aliados internacionales.




Durante el secuestro por unas horas de María Corina habría sido obligada a grabar varios vídeos. Noticia en desarrollo.

El 4 de enero advertimos en este blog lo que hoy es una dolorosa realidad: María Corina Machado, símbolo de la resistencia democrática en Venezuela, ha sido secuestrada por las fuerzas del régimen de Nicolás Maduro. Este acto confirma no solo la desesperación de una dictadura en crisis, sino también la complicidad pasiva de líderes mundiales y figuras como el Papa Francisco, que optan por el silencio frente a la tiranía.

La complicidad pasiva del Papa y de los líderes regionales y mundiales se ha convertido en un escudo para el régimen de Maduro. La falta de acciones concretas, más allá de declaraciones simbólicas, refuerza la sensación de impunidad del dictador. Mientras se emiten comunicados desde despachos cómodos, quienes enfrentan al régimen en el terreno, como María Corina, son abandonados a su suerte, evidenciando un grave vacío de liderazgo moral y político.

A esta vergonzosa inacción se suman ahora nuestros legisladores, que reaccionan tarde y de manera insuficiente. ¿Piden una declaración del Gobierno? Hace mucho rato que deberían haberlo exigido con firmeza. Su cobardía e irresponsabilidad los lleva a reaccionar a último minuto, intentando salvar apariencias en lugar de haber liderado oportunamente y con valentía. Su tibieza solo refuerza la percepción de que no están a la altura de las circunstancias, ni de las demandas de un mundo que exige acción y no retórica vacía. Este es otro ejemplo de lo que ya hemos denunciado: el cálculo político y la falta de compromiso real con la defensa de la democracia y los derechos humanos.


Si fue liberada, qué dirán ahora nuestros legisladores ahora.
¿Que los engañaron?
¿Que ya no les interesa el tema?
¿Que no tienen información?
¿Qué todo está muy confuso?

Así es, todo está muy confuso para ellos por que se involucran a último momento y solo para obtener un dividendo político. Si hubiesen estado en contacto con el Presidente Electo Edmundo González,  quizás estarían en condiciones de saber lo que dicen y hacen. Hoy son solo unos payasos, dando palos de ciegos.

Mejor no se metan. Están haciendo el loco.

Este secuestro no es un hecho aislado, sino un ataque directo a la democracia y un intento de desarticular a la oposición. Además, genera un impacto que trasciende las fronteras venezolanas, agravando la inestabilidad regional y desafiando a la comunidad internacional, que sigue respondiendo con comunicados vacíos en lugar de acciones concretas.

La historia nos enseña que la inacción ante crisis profundas solo lleva a desenlaces más caóticos. El 10 de enero será un punto de inflexión para Venezuela, pero también un juicio moral para el mundo y para quienes, desde sus cómodos escaños, eligen el silencio o la mediocridad frente a una tragedia anunciada. ¿Seguiremos siendo espectadores pasivos de esta ignominia?



LOS GORILAS DE MADURO SECUESTRAN A MARÍA CORINA, CONFIRMÁNDOSE LA COMPLICIDAD PASIVA DEL PAPA Y LOS LÍDERES DEL MUNDO:

Por ser obvio, fue advertido el 4 de enero en este Blog.
Lamentablemente, para la tragedia de la democracia en Venezuela, todo ha resultado cierto:





A LAS PUERTAS DE UN GENOCIDIO:

El Silencio Cómplice de la Comunidad Internacional: Lo Que Nadie Querrá Asumir el 10 de Enero

Desde hace semanas, los hechos en Venezuela han ido marcando un curso inevitable hacia la tragedia, bajo la mirada pasiva de una comunidad internacional que se limita a emitir declaraciones tibias. Los acontecimientos recientes no dejan dudas de que el régimen de Nicolás Maduro está dispuesto a perpetuar su poder a cualquier costo, mientras que los líderes mundiales, desde el Papa hasta los presidentes de las democracias más consolidadas, se convierten en cómplices pasivos de lo que podría ser una nueva página oscura en la historia de América Latina.

Los hechos hasta hoy:

1. Secuestro del Yerno de Edmundo González:
El 7 de enero, Rafael Tudares, yerno del presidente electo Edmundo González, fue secuestrado mientras llevaba a sus hijos a la escuela. Este acto, que muchos interpretan como un mensaje directo al líder opositor, pone en evidencia la estrategia de intimidación del régimen. No es un acto aislado: forma parte de una escalada calculada.

2. Amenazas contra los Expresidentes:
A menos de una semana de la llegada programada de González a Venezuela, el régimen de Maduro ha afirmado que todos los expresidentes que lo acompañen serán detenidos. Incluso se ha ofrecido una recompensa pública por la captura de González, un hecho que roza la ilegalidad internacional y demuestra el desprecio absoluto por las normas democráticas.

3. Represión generalizada:
En las calles de Caracas, las manifestaciones en apoyo a González están siendo dispersadas con gases lacrimógenos y fuerza bruta. La ciudad se encuentra militarizada, con puestos de control y un despliegue masivo de fuerzas de seguridad, en lo que parece un ensayo para un escenario de mayor violencia el 10 de enero.

4. Discursos de Guerra:
Nicolás Maduro ha aparecido en múltiples ocasiones vestido de combate, reforzando una narrativa de confrontación. Este simbolismo no es accidental; busca preparar psicológicamente tanto a sus seguidores como a la oposición para la violencia.

5. El Caso del exmilitar venezolano asilado en Chile:
Este caso reciente, donde un militar disidente fue secuestrado, torturado y asesinado por agentes infiltrados del régimen, muestra el alcance y la brutalidad de las operaciones represivas del chavismo. Si esto ocurrió fuera de Venezuela, ¿qué podemos esperar dentro del país, donde el régimen opera sin restricciones?


Lo que me temo que ocurrirá el 10 de enero:

1. Escalada de violencia:
Es probable que el régimen utilice la llegada de Edmundo González como una excusa para desatar una represión masiva. Esto podría incluir:

a. Enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad.

b. Uso de armas letales bajo el pretexto de "restaurar el orden".

c. Detenciones arbitrarias y desapariciones forzadas.

2. Detención de Expresidentes y de González:
Las amenazas contra los expresidentes y el propio González se concretarán, dejando a la comunidad internacional ante un dilema: condenar verbalmente o tomar acciones reales. El precedente de persecuciones contra líderes opositores en Venezuela deja pocas dudas al respecto.

3. Muertos y heridos en las calles:
La represión brutal que hemos visto en el pasado no será diferente esta vez. Manifestantes desarmados enfrentarán una respuesta desproporcionada, con las consecuentes víctimas fatales que se convertirán en cifras frías para la prensa internacional.

4. Silencio o tibieza de la comunidad Internacional:
Como ha ocurrido antes, los líderes mundiales emitirán comunicados condenando los hechos, pero evitando cualquier acción concreta que desafíe al régimen de Maduro. El pueblo venezolano volverá a estar solo.

La frustrante verdad:
Los responsables de lo que ocurra no serán solo Maduro y su régimen. La comunidad internacional, que en su momento expresó apoyo a Edmundo González y su causa, se ha mostrado cobarde y ambigua cuando más se la necesita. Desde el Vaticano hasta las democracias más influyentes, todos han optado por la "prudencia diplomática", dejando que Venezuela arda mientras protegen sus propios intereses.

Si el 10 de enero se producen muertos y heridos, cada líder que decidió mirar hacia otro lado será cómplice. No podrán alegar desconocimiento. Los hechos han sido evidentes y las señales, claras. En este caso, el silencio no es neutralidad: es complicidad.

Un mensaje al mundo:
Cuando el 10 de enero las calles de Venezuela se llenen de sangre, cuando Edmundo González sea detenido junto a expresidentes, y cuando la represión alcance niveles inimaginables, será demasiado tarde para las declaraciones y comunicados. Ese día, el mundo sabrá que tuvo la oportunidad de actuar y no lo hizo. Y esa es una verdad que nadie podrá borrar.













¿QUÉ MÁS NECESITAN LOS LÍDERES DEL MUNDO PARA COMPRENDER O TENER LA VALENTÍA PARA INTERVENIR EFECTIVAMENTE?


ESTO SE COMENTARÁ EL 11 DE ENERO SOBRE EL VUELO DE EDMUNDO GONZÁLEZ A CARACAS:

"....¿Por qué no estuvieron a bordo líderes mundiales como el secretario general de la ONU o el Papa Francisco, figuras con la autoridad moral y política para evitar una escalada violenta?...."


PINCHA AQUÍ LO QUE ADVERTIMOS EL 4 DE ENERO: 👉"EL PERIODISTA": EDMUNDO GONZÁLEZ NO PUEDE TERMINAR COMO REHÉN DE MADURO

El vuelo que nunca despegó: Una oportunidad perdida para la paz y la democracia. El 10 de enero marcará un momento histórico en Venezuela, pero también será un día que quedará registrado como una oportunidad perdida por parte de la comunidad internacional. Edmundo González, legítimo presidente electo de Venezuela, intentará asumir su cargo en un contexto de represión, fraude y violencia institucional. Sin embargo, los líderes políticos de la región y del mundo, aquellos que con palabras han respaldado la democracia venezolana, han fallado en convertir sus declaraciones en acciones disruptivas que podrían haber cambiado el curso de la historia.

¿Por qué no vimos a los presidentes de Sudamérica aterrizar juntos en Caracas en un mismo avión, enviando un mensaje ensordecedor de unidad y respaldo a González? ¿Por qué no estuvieron a bordo líderes mundiales como el secretario general de la ONU o el Papa Francisco, figuras con la autoridad moral y política para evitar una escalada violenta? Un acto de esta magnitud, jamás ideado por una inteligencia artificial, habría sido un jaque mate político para Maduro, neutralizando cualquier intento de represión y asegurando una transición pacífica. Pero ese vuelo nunca despegó.

¿Es que acaso preferimos seguir permitiendo guerras, revoluciones y sangrientos enfrentamientos internos que arrasan con miles de vidas inocentes? ¿Qué tan cómodo es para los líderes del mundo condenar la violencia desde la seguridad de sus despachos mientras familias enteras son destruidas por su inacción? ¿Hasta cuándo vamos a seguir normalizando la pasividad frente a la tiranía?

Llama la atención que, siendo católicos y respetuosos de nuestra fe, recordemos que Jesucristo, joven, sano y sin riquezas, lideró con valentía y sacrificio la salvación del mundo. Contrasta profundamente con los Papas, quienes, bien alimentados, rodeados de joyas y riquezas, y con largas vidas aseguradas, parecen carecer de la capacidad de liderar iniciativas transformadoras como las planteadas. ¿Dónde está el liderazgo moral que tanto predican? Un Papa debería estar dispuesto a arriesgarlo todo, incluso su vida, por las causas que dice defender. El ejemplo de Jesucristo no debería ser solo un discurso, sino una guía para la acción.

Los líderes políticos que hoy permanecen cómodos en sus despachos deben entender que la paz y la democracia no se construyen con comunicados de prensa. Se necesita coraje, creatividad y disposición a asumir riesgos. El Papa Francisco, por ejemplo, con su avanzada edad y frágil salud, podría demostrar que el liderazgo moral no tiene miedo al sacrificio. Un acto valiente en Venezuela, o incluso en Ucrania, sería un legado que resonaría durante generaciones.

Dejemos el "guante lanzado" a los líderes del presente y del futuro: no esperemos a que sea demasiado tarde. Si no actuamos con verdadera determinación, si seguimos permitiendo que los inocentes paguen el precio de nuestra apatía, estaremos condenados a repetir los errores del pasado. El 10 de enero pudo haber sido el día en que el mundo mostró su verdadera fuerza moral. En cambio, será un recordatorio de lo que no se hizo, de lo que pudo haber sido y no fue.

Pero esta oportunidad perdida no tiene por qué ser definitiva. ¿Qué impide a los líderes del mundo levantarse ahora y organizar ese vuelo para garantizar una transición pacífica en Venezuela? ¿Dónde están las voces que claman por la justicia y la libertad? La historia aún puede reescribirse si aprendemos de nuestros errores y planeamos acciones disruptivas que dejen claro que la democracia no se negocia, que la libertad no tiene precio, y que la paz es posible si actuamos con valentía.

La pregunta no es si podemos hacer algo, sino si estamos dispuestos a hacerlo. El futuro nos juzgará, y la respuesta, esta vez, debe ser un rotundo sí.


Por su parte, la posición de Gabriel Boric frente a la crisis venezolana refleja una paradoja que lo convierte en un "dilema político" en sí mismo. Por un lado, condena abiertamente las prácticas antidemocráticas de Nicolás Maduro y califica al régimen como una dictadura, distanciándose de gobiernos afines ideológicamente en la región. Sin embargo, por otro lado, su falta de reconocimiento explícito a Edmundo González como presidente electo y la negativa a recibirlo en Chile o enviar un representante para el 10 de enero, dejan un espacio de ambigüedad que genera críticas tanto dentro como fuera de Chile.

Este doble juego político parece estar influenciado por las tensiones internas de su gobierno, donde mantiene una alianza incómoda con el Partido Comunista, abiertamente pro-Maduro. Esto lo lleva a adoptar una postura que intenta balancear principios democráticos con pragmatismo político, pero que termina proyectando inconsistencia. El dilema de Boric no es simplemente coyuntural; es un reflejo de una estrategia política que intenta mantener coherencia frente a sus ideales y las realidades de las coaliciones que lo sostienen.

Al no definir claramente su apoyo a González y, al mismo tiempo, condenar a Maduro, Boric queda atrapado entre dos mundos: el de los valores democráticos que dice defender y las presiones políticas de sus aliados internos. Así, no solo enfrenta un nuevo dilema sobre qué hacer con la situación en Venezuela, sino que su propia figura política se convierte en un dilema continuo, que plantea más preguntas que respuestas sobre la dirección de su liderazgo en la región.

Un día después de lo publicado en este blog, estas son las reacciones de los Matones de Nicolas Maduro y amigos del PC chileno:

NICOLAS MADURO Y SUS MATONES INTIMIDAN A EDMUNDO GONZÁLEZ Y A LOS COBARDES LÍDERES DEL MUNDO QUE LO ABANDONAN.





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