KAST NO ES EL CANDIDATO.


Santiago de Chile, 07 de octubre de 2024.

José Antonio Kast: El candidato que Chile necesita, pero que muchos no quieren ver

En tiempos de confusión y oportunismo, la figura de José Antonio Kast emerge como un faro de principios, en un mar de promesas vacías y discursos populistas. Kast no es el candidato de la farándula, no es el que utiliza el espectáculo para ganar votos, ni el que juega a satisfacer las ambiciones personales de quienes lo rodean. Es un hombre que ha sido injustamente cuestionado, no por falta de propuestas, sino porque representa un cambio real, uno que muchos temen por su impacto en las viejas costumbres políticas.

En la primera vuelta de las elecciones presidenciales del 21 de noviembre de 2021, Kast arrasó con un triunfo indiscutible, demostrando que el pueblo chileno estaba cansado de más de lo mismo. Sin embargo, en la segunda vuelta del 19 de diciembre de 2021, a pesar de obtener una votación histórica como el segundo candidato más votado en cualquier elección presidencial, su camino hacia La Moneda fue truncado. ¿La razón? Muchos de sus propios "aliados" lo abandonaron, traicionándolo porque no vieron en él un vehículo para sus propias ambiciones de poder.

Kast es un candidato incómodo para aquellos que han hecho de la política un juego de intereses personales, una élite enquistada que teme que su firmeza en principios y su rechazo a las malas prácticas políticas los exponga y termine con su hegemonía. La "derechita cobarde", como muchos la llaman, no lo quiso considerar seriamente, porque José Antonio Kast representa un peligro para las cúpulas donde se han atrincherado y enquistado esos dirigentes que anteponen sus intereses a los del país. No es un peligro para sus seguidores, quienes, lejos de rechazar a Kast, se sienten profundamente defraudados por la actitud mezquina de sus líderes, que prefieren proteger sus cuotas de poder en lugar de luchar por el Bien Común de los ciudadanos.

Mientras otros políticos, como Boric, parecen enfocar sus esfuerzos en construir proyectos personales para perpetuar sus carreras y preparar un regreso a La Moneda, Kast representa una amenaza real para ese ciclo de continuismo. No podemos permitir que el escenario de la “Bachelet 2.0” se repita en 2025. Hoy más que nunca, Chile necesita un cambio profundo, no otro experimento disfrazado de progreso.

El estado de las cosas es alarmante. No solo el crimen organizado ha ganado terreno, controlando barrios enteros mientras el Estado está ausente, sino que también nos enfrentamos a un nivel de corrupción institucional sin precedentes. Según un medio de comunicación, el 2023 terminó con casi 700 investigaciones penales a lo largo del país por malversación de fondos y fraude al Estado, con alcaldes y funcionarios municipales como protagonistas de este triste espectáculo. ¿El número? Supera con creces la cantidad de municipios en Chile, y si nos pusiéramos creativos, podríamos empapelar La Moneda con las caras de estos ediles que siguen acumulando votos, aunque ya deberían estar rindiendo cuentas. ¿Y lo peor? La justicia, hoy más cuestionada que nunca y con problemas similares, poco y nada avanza, mientras los mismos ciudadanos, quizás no tan inocentes, siguen eligiendo a quienes los roban a plena luz del día. Y uno se pregunta: ¿será que algunos votan por estos personajes porque reciben algo del botín, o porque simplemente los dejan delinquir a sus anchas, al igual que ellos?"

Como si esto fuera poco, estamos viendo una preocupante multiplicación de partidos políticos, que podría alcanzar la cifra de 29. Esta proliferación no solo fragmenta la representación política, sino que vuelve casi imposible alcanzar acuerdos sólidos, poniendo en riesgo la gobernabilidad y la estabilidad de nuestra democracia. Al final, tantos intereses contrapuestos no buscan el bien común, sino la supervivencia política a cualquier costo.

Estamos viviendo en un país donde las Fuerzas Armadas y Carabineros están maniatados por Reglas de Uso de la Fuerza que favorecen al delincuente. El sistema educativo está colapsado, con la mayor deserción escolar de nuestra historia, y los colegios se han convertido en campos de batalla para pequeños delincuentes. Millones de pesos se han perdido en proyectos fraudulentos, mientras las fundaciones y ONG, tanto de derecha como de izquierda, financian ilegalmente la política. Y sin embargo, los delincuentes saquean, incendian, destruyen, y no reciben castigo. ¿Hasta cuándo permitiremos esta impunidad? Chile merece justicia, y esa justicia comienza exigiendo responsabilidades.

Hoy, muchos ciudadanos, como tú y como yo, observamos con desilusión cómo nuestros valores y principios se diluyen entre el oportunismo de los de siempre. Pero el cambio no vendrá solo. No es solo responsabilidad de los políticos, es nuestra responsabilidad como ciudadanos elegir con conciencia, alejarnos de los discursos fáciles y populistas que solo prometen más de lo mismo. Nos han hecho creer que la política es sucia, que todos son iguales. Pero no, no todos son iguales. José Antonio Kast no es igual a los que nos han traicionado por décadas.

El tiempo de la indiferencia ha terminado. Ya no hay lugar para excusas ni justificaciones. Si no luchamos hoy, mañana seremos esclavos de nuestra propia cobardía. Elegir a quienes, como Kast, dedican su tiempo a recuperar y fortalecer el "Bien Común" de los más necesitados y vulnerables, sería apostar por ciudadanos con espíritu de verdaderos Patriotas y Republicanos, dispuestos a luchar por un Chile donde las familias puedan vivir en paz, sin el miedo que hoy reina en nuestras calles.

Es tiempo de darle una oportunidad a un partido joven, a un proyecto fresco que no está corrompido por años de malas prácticas. El futuro de Chile está en juego, y solo los valientes podrán recuperarlo. No podemos permitir que su esfuerzo, ni el del Partido Republicano, se conviertan en solo un remanso de cuatro años. ¡No! El futuro de la verdadera derecha está aquí, y debemos construirlo juntos, con esfuerzo, disciplina y convicción.

El Chile que soñamos no vendrá solo. Tenemos que construirlo, con decisión, con valentía, con honor. Si no lo hacemos nosotros, nadie lo hará. Kast no es un salvador, pero es un líder dispuesto a cumplir lo que ha prometido, y seremos nosotros quienes, hombro a hombro, trabajemos para lograrlo. Es ahora o nunca. El país que heredarán nuestros hijos depende de lo que decidamos hoy. Despertemos. Actuemos.

Christian Slater E.
Patriotas por Chile.


ACTUALIZADO AL 06.OCT.2024.




LA IZQUIERDA Y LA DERECHA UNIDA, JAMÁS SERAN VENCIDAS. 

Comprenderán ustedes por qué José Antonio Kast no es el Candidato de un sector de la derecha y menos de la izquierda. 





Actualizado al 05.SEP.2024:

Chile, sin distinción de sexo ni de género, se encuentra hoy sumido en una orgía de corrupción que ha puesto en jaque los cimientos éticos y morales de nuestra sociedad. Abogados, ministros, jueces, políticos, periodistas, alcaldes, influencers, faranduleros, lobistas, empresarios y poderosos, actúan como si Dios y la Ley no existieran, dispuestos a todo con tal de alcanzar el poder y el éxito económico. Ahora, parece que a esa selecta y corrupta élite habrá que agregar a un grupo de camioneros que, por unos pesos más, estén dispuestos a cubrir con tierra la podredumbre de un segmento cada vez mayor de nuestra sociedad chilena.

Todo esto ocurre en un contexto confuso, marcado por el final de un gobierno fracasado del cual muchos intentan desesperadamente desprenderse, y un proceso electoral singular, donde la mayoría de los candidatos solo apestan a oportunismo, corrupción y fracaso. Estos candidatos cuentan con el respaldo de la cúpula de partidos políticos, tanto de izquierda como de derecha, incapaces de ofrecer algo mejor que más mediocres, inútiles e ineptos que solo se suman a la ya desacreditada casta política.

En este escenario incierto y maloliente, cada día me convenzo más de que José Antonio Kast, del Partido Republicano, no es "el Candidato". Pero cuando digo que no lo es, lo hago en el sentido de que no es el candidato que este sistema corrupto y coludido con los mismos de siempre busca. No es el Candidato de la derecha tradicional, porque ellos mismos, coludidos con la izquierda, lo etiquetan de “ultra derecha” para desacreditarlo. No es el Candidato de Chile Vamos, porque, a diferencia de sus líderes y referentes, no ha sido mencionado en los escándalos de corrupción como el de los audios, del abogado Luis Hermosilla. No es el Candidato de la izquierda y la derecha económica corrupta, porque no ha hecho negocios con ellos. No es el Candidato de los comunistas ni de los que promueven el Estado benefactor descontrolado, porque Kast busca achicar el Estado y no regalar sueldos a quienes quieren vivir a costa del erario público.

No es el Candidato de los inmigrantes ilegales, porque nunca ha apoyado su ingreso indiscriminado y descontrolado. No es el Candidato de los delincuentes y terroristas, porque está dispuesto a usar las Fuerzas Armadas y de Orden con respaldo legal para detener, procesar y encarcelar a quienes actúan fuera de la Ley y la Constitución. No es el Candidato de quienes intentan adoctrinar a nuestros hijos a través de la educación proselitista estatal, ni de aquellos que quieren destruir nuestras históricas instituciones de defensa. No es el Candidato que permitirá o apoyará criminales, crueles e irresponsables experimentos biológicos con niños Trans. 

Tampoco es el Candidato de los que menosprecian nuestros símbolos patrios y nuestras tradiciones de chilenidad. 

No es el Candidato de los que buscan socavar el Estado a través del terrorismo y el narcotráfico, porque Kast defiende un Estado soberano y efectivo que haga respetar la ley en todo el territorio nacional. 

No es el Candidato de los faranduleros ni de los progresistas, porque él no se presta para los cahuines de las redes sociales ni para las ideologías fracasadas de izquierda que sueñan con la "Patria Grande". No es el Candidato de los que quieren seguir en lo mismo, votando por los eternos políticos hipócritas y descarados. No es el Candidato de aquellos que lo llaman nazi porque no tienen nada serio y cierto que criticarle y recurren a la mentira y la falacia. No es el Candidato de quienes lo critican por tener una familia creyente y bien conformada. No es el Candidato de los que creen que votando por él, recibirán de vuelta algún favor especial. No es el Candidato de los que votan por conveniencias personales y no por lo que es mejor para Chile y nuestras familias.

No es el Candidato de los cobardes, como esos que permitieron, en octubre de 2019. que una turba de delincuentes saqueara e incendiara Chile. No es el Candidato que permitirá lucrar con los temas de Derechos Humanos o que políticamente los utilice en su beneficio.

Tampoco es el Candidato de los que le gustan los chantas y los charlatanes y menos aún de esos que están dispuestos a votar por aquellos o aquellas que se acomodan a los electores, venden los principios de honor o nos traicionan abiertamente con sus declaraciones, negando su pasado e historial político, que por suerte, hoy lo podemos verificar en vídeos, fotos o entrevistas.

No es "El Candidato" que pretendemos endiosar, muy lejos de esa idea, por que en este mundo terrenal solo están los pecadores y los que pecan poco; Kast es solo un instrumento de una nueva opción política que nunca a liderado un Gobierno en Chile y que no es de esa falacia de izquierda y derecha que se colude corruptamente cada cuatro años para repartirse el poder. 

En lo particular, más allá del Candidato y de Republicanos, para estas elecciones del 2024 y 2025, por Chile, propongo trabajar en UNIDAD apoyando a quienes hoy mejor nos representan.

Es hora de que tengamos en Chile dos grandes conglomerados políticos. Los Demócratas y los Republicanos. Quizás, estamos dando un primer y gran paso con los Republicanos, y de ganar, una gran posibilidad es que su próximo rival político, sean todos los partidos políticos que se reúnan bajo de idea de Demócratas. Lógicamente, los comunistas no participarán de ninguno de los dos.

Chile está en una encrucijada. Nos encontramos ante la disyuntiva de seguir en la senda de la corrupción y la mediocridad, o luchar por un país donde el trabajo honesto, el respeto a la ley y el amor por la patria sean el motor del progreso. Un país donde estemos más preocupado de premiar a los correctos y honorables servidores públicos y no preocupados, todos los días de abrir sumarios e investigaciones para denunciar corrupciones al interior del Estado. 

Hoy, muchos ciudadanos, como tú y como yo, observamos con desilusión cómo nuestros valores y principios se diluyen entre el oportunismo de los de siempre. Pero el cambio no vendrá solo. No es solo responsabilidad de los políticos, es nuestra responsabilidad como ciudadanos elegir con conciencia, alejarnos de los discursos fáciles y populistas que solo prometen más de lo mismo. Es hora de que le demos la oportunidad a un Partido Político joven, de reciente creación, que no debería estar corrompido en sus fundamentos y bases conceptuales, algo que, además, con hechos, ha demostrado que protege esos valores. 

Es hora de "REpensar" en Chile, no en nosotros. Es hora de dejar de lado nuestras ambiciones políticas y jugárnosla por una nueva opción. 

Debemos dejar atrás ese trauma colegial tan propio de la ingenua infancia, cuando los jóvenes se enamoran de quienes rompen los esquemas y las reglas, en lugar de quienes buscan respetarlas, mantenerlas, recuperarlas o fortalecerlas. Ya sabemos lo mal que terminan esos pololeos o matrimonios. Para pasar el rato, investigar o probar, quizás sea una juvenil y casi instintiva opción animal, pero nunca para algo serio.

Finalmente, no es el Candidato de los flojos y los parásitos, porque él está dispuesto a premiar el esfuerzo, a recuperar la economía, impulsar el desarrollo y detener el crimen y la delincuencia para devolvernos la dignidad y el orgullo de ser chilenos.

Así las cosas, en un país donde el crimen y la corrupción se han convertido en algo normal, la tarea de Kast, su Partido Político y quienes lo apoyen, será una empresa difícil, pero noble y patriótica. Creo y estimo que quien no vea esto como un desafío de honor para recuperar el Chile que soñamos, ya está perdido. No es solo una elección; para que resulte, debiera ser una lucha por el alma de nuestra nación. Algo difícil de describir, pero que hasta el más básico de los básicos, sabe que existe.


Si seguimos pensando en lo que a cada uno le gusta o no le gusta, quiere o le conviene, estamos jodidos. Dentro de lo que hay, deberíamos -alguna vez- pensar en lo que sería mejor para Chile y dejar nuestras pasiones, egocentrismo, referencias morales, dueños de la verdad o dolidos por que Kast no nos habla, no nos escribe, nos molesta lo que opina o a quién apoya, no nos responde, nos bloquea en las Redes Sociales o ya no nos considera. 

Cuando me refiero al egocentrismo aclaro que hago referencia a la sociedad chilena, en su mayoría, enferma y cobarde. No hablo de egos políticos, porque quienes están inscritos en un partido político son los mínimos y no superan los 600 mil chilenos y el Padrón Electoral, es decir la mayoría de la sociedad, es de más de 17 millones de chilenos.

Algunos hipócritas, hoy en vez de reconocer que votaron por quien hoy nos gobiernan o simplemente no fueron a votar, pretenden culpar al candidato presidencial que viajó a Estados Unidos y -según ellos- "regresó distinto". Él no cambió. Ganó y arrasó en la primera vuelta de las presidenciales y en las elecciones finales compitió sólo con Boric. Fueron ustedes los responsables, los políticamente volubles, fluídos, ambivalentes y ambiguos. Fueron ustedes los whimsical (*),  los que molestos por perder en la primera vuelta decidieron apoyar al inexperto, errático e izquierdista Boric. Son ustedes los del travestismo civil y político, los que prefirieron un gobierno Progresista apoyado por la izquierda y los comunistas. Son ustedes, los ilusos, los que se compraron un fantasioso programa de gobierno. Pero hoy, incapaces de reconocer sus errores, equivocaciones e ignorancia cívica y política, han decidido que la culpa es de Kast. No de ustedes, los casi 8 millones de chilenos que ni siquiera fueron capaces de ir a votar.

Peor aún, cuando hoy, sin reconocer su grave error, no son capaces de apoyar al candidato correcto y con el cual Chile está en deuda.

Retomando el tema del -hasta ahora- candidato presidencial José Antonio Kast, en lo particular, no me interesa ser o no ser su amigo. Solo quiero un candidato a Presidente que prestigie nuestra nación, con los pantalones bien puestos, que nos devuelva la seguridad perdida, recupere la soberanía efectiva del Estado en todos los rincones de Chile, persiga el terrorismo, el crimen organizado, la corrupción, apoye -en su actuar- a las Fuerzas Armadas y de Orden, saque a Chile del barro y lo convierta nuevamente en un referente de éxito económico y lo aleje, lo más posible del comunismo, tal como hoy lo hace Europa.

Un candidato que sea consecuente y cumpla con su proyecto político. Uno que no prometa lo que no será capaz de cumplir. No quiero ni a un loco, ni a un extremo y menos a un ignorante. Quiero uno que sea capaz de armar y dirigir el mejor equipo para gobernar Chile.

Si me equivoco, también lo haré con los pantalones bien puesto, nunca será peor de lo que tenemos, pero sí podremos exigirle todo lo que ha prometido y si alguién tiene un candidato mejor, que lo diga fuerte y claro, pero que nadie se moleste cuando traigamos del pasado, las imágenes y acciones, que lo (o la) hacen inconsecuente y no confiable. Algo así como "más de lo mismo" y que nos tiene a todos hastiados. 

Así y todo, aunque no nos guste, se nos caigan todos los fundamentos y tengamos que arrepentirnos de lo afirmado o expresado,  por el bien de Chile, llegado el momento de la votación final de las presidenciales, deberíamos ser capaces -incluso- de apoyar y votar por el mal menor, porque no se trata de lo que es bueno para cada uno de nosotros, se trata de lo que es bueno para nuestra Patria, demostrando con hechos, la verdadera ausencia de egocentrismo y teniendo la capacidad de considerar los puntos de vista y sentimientos de quienes no piensan igual que nosotros, pero con una actitud de empatía. Es decir, ser capaces de comprender y reconocer que el mundo no gira únicamente en torno a uno mismo.


Finalmente, para todos aquellos que creen que un candidato de derecha se hace de la noche a la mañana, les recuerdo que en los últimos 60 años, solo hemos tenido a Piñera y que las  primarias presidenciales son el 6 de julio de 2025.



 (*) Whimsical:

En política, una actitud whimsical entre los votantes podría significar que están influenciados por impulsos momentáneos o caprichosos en lugar de decisiones racionales o basadas en políticas. Podrían estar más inclinados a respaldar candidatos o ideas que les parezcan emocionantes o atractivas en el momento, en lugar de considerar cuidadosamente las plataformas políticas o las consecuencias a largo plazo.

ACTUALIZACIÓN AL 11 DE JUNIO DE 2024:

Kast responde a Boric y "describe" Chile "si hubiera ganado" en 2021: "No estaría de gira de estudios con siete ministros"


Sus palabras surgen luego de ser aludido por el Mandatario desde Alemania, donde planteó en una reflexión cómo habría sido el Gobierno del excandidato.
El excandidato presidencial y líder del Partido Republicano chileno, José Antonio Kast, respondió este martes a las palabras del Mandatario Gabriel Boric en Berlín, durante su gira a Europa:
Por lo pronto, no estaría de gira de estudios con siete ministros y 10 parlamentarios , sino en La Moneda, trabajando para enfrentar la crisis de seguridad, económica y social".

"Chile sería más seguro; miles de delincuentes y narcotraficantes estarían en la cárcel; habríamos fortalecido a policías y cerrado fronteras a la inmigración ilegal; no se habrían transferido millones a fundaciones truchas; y el gobierno no estaría lleno de amigos y parientes".

Tras ello, Kast mencionó los logros económicos que habrían logrado su administración: "Habríamos crecido más del 4% y reducido el desempleo, especialmente en jóvenes y mujeres; en salud, menos listas de espera; en educación, recuperado el respeto por los docentes y la disciplina entre estudiantes; y en vivienda, trabajando para terminar con los campamentos".

Por último, señaló: "Eso entre tantas otras cosas. ¿Y usted? ¿Dónde estaría? Seguramente en el Congreso, presentando acusaciones constitucionales, aprobando retiros de pensiones o rechazando proyectos de seguridad".

Por su parte -En un claro llamado a la movilización- El Presidente Boric, desde Berlín,  manifestó: YO ME ALEGRO CUANDO LA CUT SE MOVILIZA.


.....finalizando, abordó la movilización social, señalando que "uno cuando está en el Gobierno tiende a ponerse a la defensiva y tiende a pensar que cualquier movilización es en contra de uno".

"Yo me alegro cuando la CUT se moviliza, me alegro cuando los estudiantes de Chile salen a la calle, me alegro cuando los territorios demandan por una salud más digna, porque entiendo que son las movilizaciones también las que han sido la fuente del motor de la historia", concluyó.

Fuente: Emol.











Comentarios

  1. Como candidato presidencial de la derecha, el que ha realizado un arduo trabajo a lo largo de Chile, es José Antonio Kast, especialmente en regiones. En la elección pasada, estuvo cerca del triunfo, pero una mayoritaria juventud, inexperta y obnubilado por el imposible programa de Boric, piso el palo y se perdió la oportunidad de salvar al país del populismo de izquierda .
    Hoy , los chilenos deben analizar que país queremos y que candidato, es el mejor posicionado, considerando sus fortalezas y debilidades, para sacarlo adelante . ESE.

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    1. Gracias, concuerdo plenamente. Agregaría que no fueron tan solo los jóvenes, creo que también, una gran mayoría de chilenos -la mitad del Padrón Electoral- que irresponsablemente no concurrió a votar y otros, que en una ignorancia difícil de revertir, llamaron a votar nulo.

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  2. Si hay alguien que merece ser Presidente es José Antonio Kast Rist .Chile debe recupere la institucionalidad,solo queda Kast

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  3. Hoy, Chile vive una crisis social y política. Nunca antes , creo, el país había estado en una posición tan debilitada y con una polarización tan evidente., comparable quizás con la época de la UP.
    Ante este escenario, no cabe duda que uno de los políticos más confiables, es José Antonio Kast. ESE.

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  4. No saldrá elegido el 2025..basta ver como describió un hipotético triunfo suyo el año 2021...algo muy parecido a Narnia!..utópico, sin considerar la división delos 3 poderes del Estado y finalmente un flojo redomado!..por fortuna primo la sensatez y Boric ha sido un buen presidente!

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    1. Gracias por su comentario. ¿Por qué cree usted que Boric ha sido un buen Presidente?

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    2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  5. Sería un sueño tener a Kast !!!

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