REFORMA DE PENSIONES Y CHILE VAMOS, SIN KAISER.
El diputado Johannes Kaiser ha roto definitivamente relaciones con Chile Vamos, marcando un punto de inflexión en la derecha política chilena. En una entrevista concedida a Radio Infinita el pasado 28 de enero, Kaiser no solo ratificó su decisión de no participar en primarias presidenciales junto a esta coalición, sino que también dejó entrever graves sospechas sobre los motivos detrás del apoyo de Chile Vamos a la Reforma de Pensiones promovida por el gobierno de Gabriel Boric.
Kaiser, en un tono crítico, señaló que “lo que pasa es que el tema ha llegado demasiado lejos. Entregaron dos veces la Constitución, la Reforma Tributaria, el Transantiago, la Reforma Educacional. Ahora nos vienen con este cuento (Reforma de Pensiones)”. A su juicio, la constante búsqueda de acuerdos por parte de Chile Vamos estaría beneficiando a ciertos sectores de forma opaca y sacrificando principios esenciales, como el derecho de propiedad y un sistema de pensiones basado en la capitalización individual.
El diputado enfatizó que esta reforma incorpora elementos de reparto que, desde su perspectiva, violan derechos fundamentales. “Meterles reparto al Sistema de Pensiones es algo en que nosotros no creemos”, afirmó, añadiendo que el lenguaje utilizado para justificarlo incluye "volteretas" y resignificaciones propias de la izquierda política.
Pero lo más llamativo de sus declaraciones fueron las acusaciones indirectas y las sospechas de un acuerdo más amplio, en el cual no solo estarían en juego las pensiones, sino también posibles causas judiciales contra figuras vinculadas a Chile Vamos. Kaiser sugirió que este supuesto pacto habría sido gestado en reuniones informales, señalando directamente que “todo se transó en la casa de Pablo Zalaquett”.
Al ser consultado sobre los rumores de este acuerdo, Kaiser fue aún más explícito, mencionando nombres como Hermosilla y Chadwick, asociados a escándalos judiciales recientes. “Cuando a uno le empiezan a llegar rumores de que todo esto está en un acuerdo más amplio que no solo incluiría las pensiones, sino también causas judiciales, esto a mí me hace más sentido”, comentó. Aunque aclaró que no tiene pruebas concretas, apuntó a la falta de razones técnicas para aprobar la reforma y a posibles transacciones políticas similares a las ocurridas en el pasado.
En este sentido, Kaiser recordó un ejemplo histórico: el acuerdo entre Pablo Longueira y Ricardo Lagos, cuando el entonces senador y el expresidente habrían negociado un apoyo político en el marco de los escándalos de sobresueldos. Según Kaiser, “le salvaron el pellejo al Gobierno por el tema de los sobresueldos”. Este antecedente refuerza su desconfianza hacia acuerdos que, en su opinión, carecen de transparencia y podrían ser negociados al margen de los intereses ciudadanos.
Kaiser también criticó la pasividad de Chile Vamos frente a temas polémicos como la venta de la casa de Salvador Allende, indicando que la coalición habría preferido evitar tensar el ambiente político. “¿Por qué no querían tensionar el ambiente? ¿Por este acuerdo? No lo sé. Lo que pasa es que no lo sé y si pregunto no me van a responder”, declaró.
En este contexto, las críticas de Kaiser encuentran un respaldo preocupante en otros anuncios y reacciones recientes. Por un lado, los diputados oficialistas Ana María Gazmuri y Tomás Hirsch presentaron un proyecto de reforma constitucional que busca la nacionalización de las Administradoras de Fondos de Pensiones. Según Gazmuri, la reforma “está muy lejos de ser lo que aspirábamos”, y este proyecto tiene como objetivo "recuperar para los trabajadores y trabajadoras, a través del Estado, el control de sus pensiones”. Hirsch, por su parte, calificó a las AFP como entidades creadas en dictadura para generar “ganancias gigantescas para los grandes grupos económicos”.
Por otro lado, el American Council of Life Insurers (ACLI), que representa a las aseguradoras estadounidenses controladoras de varias AFP en Chile, envió una carta al presidente Boric manifestando su preocupación. En ella, señalaron que la reforma previsional podría constituir una "expropiación de inversiones significativas de EE.UU. en Chile", además de violar acuerdos internacionales de libre comercio. El ACLI advirtió que esta propuesta “crea ventajas injustas para los nuevos participantes del mercado a expensas de los inversores estadounidenses” y amenaza la posición de Chile como un destino confiable para la inversión extranjera.
A esta compleja situación se suma la intención de la ministra del Trabajo de impulsar en marzo una AFP estatal. Este anuncio refuerza la idea de un giro hacia un modelo más intervencionista, lo que genera preocupación no solo entre los sectores opositores, sino también en organismos internacionales que observan con cautela estas medidas.
El diputado no escatimó palabras para cuestionar la transparencia de estos acuerdos. Aseguró que no se trata de simples negociaciones políticas, sino de una “cocina en el subterráneo” donde se toman decisiones alejadas del escrutinio público. Además, subrayó que incluso instituciones como Libertad y Desarrollo, históricamente cercanas a la UDI, han señalado que la reforma previsional “no tiene ni pies ni cabeza”.
Sin lugar a dudas las palabras de Kaiser abren interrogantes graves sobre la forma en que se negocian y aprueban políticas públicas de alto impacto en Chile. Si bien estas declaraciones carecen de evidencia directa y podrían interpretarse como una estrategia política, plantean la necesidad de exigir mayor transparencia y responsabilidad a quienes toman decisiones que afectan a millones de chilenos.
¿Cuáles son las razones reales detrás del apoyo de Chile Vamos a la Reforma de Pensiones? ¿Existen acuerdos ocultos que van más allá de lo declarado públicamente? La creciente presión por la nacionalización de las AFP, las preocupaciones de inversionistas internacionales y el impulso de una AFP estatal evidencian que el debate sobre el futuro del sistema de pensiones está lejos de concluir y requiere un escrutinio mucho más riguroso.
En cuanto a los candidatos presidenciales: Kaiser y su futuro:
Aunque este blog no tiene como tema principal las elecciones presidenciales, es imposible no reflexionar sobre Johannes Kaiser y su futuro político. Con su ruptura definitiva con Chile Vamos y su postura firme frente a temas fundamentales como la Reforma de Pensiones, Kaiser ha demostrado una capacidad para marcar una línea clara en el panorama político chileno.
Un elemento clave en su ascenso político es haber logrado las firmas necesarias para inscribir formalmente su partido, consolidando una plataforma que le permite competir en igualdad de condiciones con los actores tradicionales. Este logro refleja no solo su habilidad organizativa, sino también el respaldo de una base ciudadana que busca alternativas fuera del espectro político tradicional.
Si bien Kaiser ha descartado competir en primarias presidenciales con figuras de Chile Vamos, su inteligencia y astucia política lo posicionan como una figura clave para este año eleccionario. Es razonable pensar que, en alguna etapa del proceso, su estrategia personal y política se impondrá sobre la posibilidad de convertirse en el próximo presidente de Chile. Su habilidad para desafiar tanto a la izquierda como a sectores de la derecha lo ha convertido en una figura capaz de captar el descontento ciudadano y transformarlo en un proyecto político sólido.
El futuro de Kaiser dependerá de su capacidad para articular un mensaje claro que no solo critique, sino que también ofrezca soluciones viables y concretas a los problemas que enfrenta Chile. En este contexto, será interesante observar cómo su liderazgo y visión se desarrollan en el transcurso de este año crucial, lo que podría ser –derechamente– una carrera presidencial, hasta las últimas consecuencias, o una negociación de su importante y cada vez mayor Capital Político, con un candidato de su sector, lo que, de ser así, no incluirá ni a Chile Vamos, ni a la izquierda, ni nada parecido.
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