RENUNCIA MINISTRO DE ECONOMÍA.
Chile acaba de presenciar el mayor traspaso de dinero en la historia del país desde que existe la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo). Nada menos que $3,4 billones de pesos chilenos, equivalentes a unos 3.500 millones de dólares, fueron enviados al Ministerio de Hacienda sin que la ciudadanía tuviera la menor idea. Una operación gigantesca, sin precedentes y con una opacidad alarmante.
Si buscamos antecedentes, el único traspaso de Corfo al fisco que puede compararse—en cuanto a relevancia—se realizó durante el gobierno de Sebastián Piñera en 2020, cuando, en plena pandemia global, se transfirieron 1.000 millones de dólares para enfrentar una emergencia sanitaria y económica sin precedentes. Muy por el contrario a lo ocurrido ahora, en aquella ocasión el uso de los fondos fue informado con total claridad: se destinaron a apoyar a familias, empresas y hospitales colapsados. Fue un traspaso necesario y exitoso, con un respaldo transversal.
Pero esta vez, el Gobierno de Boric ha actuado de una manera completamente diferente. Este "mega billonario" traspaso de recursos se hizo en la más absoluta falta de transparencia, sin información pública previa y sin explicaciones claras sobre el destino de los fondos. Y lo más preocupante: nunca sabremos en qué se invirtieron los billones de pesos y menos quiénes son los responsables.
El Ministro de Hacienda y su falso "favor":
El Ministro de Hacienda, en una muestra de "heroísmo y entrega" sin precedentes, suspendió sus vacaciones (¡qué sacrificio!) para salir a explicar lo inexplicable. Con una seriedad digna de un salvador, aseguró que "todo se hizo bajo el amparo de la Ley", como si nos estuviera haciendo un favor al cumplir con lo mínimo que se espera de un gobierno: no violar la ley. ¡Gracias, Ministro, por no hacer algo ilegal… o al menos, por asegurarnos que no lo es!
Lo que no dice es lo verdaderamente importante:
Su gestión nos ha conducido a un desastre económico sin precedentes. Chile pasó de ser un país económicamente sólido a uno en crisis, con inflación descontrolada, inversión en caída libre y crecimiento anémico.
Este traspaso fue un resquicio legal para "romper el chancho" de Corfo y salvarle el pellejo. Lo vaciaron sin avisarnos, sin informarnos, sin rendir cuentas, como si el dinero público fuera su caja chica.
¿Informar a los ciudadanos? ¿Transparencia? ¡Para qué! Parece que a este gobierno no le gusta explicar en qué gasta la plata de los chilenos. Prefieren que nos enteremos cuando ya es demasiado tarde.
¿Qué se podría haber hecho con esos 3,4 billones de pesos?
Para entender lo escandaloso de este traspaso, pongamos las cosas en perspectiva. Con este dinero se podrían haber resuelto problemas urgentes que afectan a miles de chilenos. Por ejemplo:
Reconstrucción de viviendas en Valparaíso
El megaincendio de Valparaíso en febrero de 2024 dejó 7.000 familias sin hogar. El costo de la reconstrucción fue estimado en US$1.000 millones.
➡ Con el dinero del traspaso de Corfo se podrían haber construido 3,5 veces todas esas viviendas.
Construcción de hospitales
El nuevo Hospital de La Serena, un recinto de alta complejidad, costó US$271 millones.
➡ Con este dinero se podrían haber construido 13 hospitales de gran envergadura en Chile.
Solución habitacional para miles de chilenos
El déficit habitacional en Chile es de 552.046 viviendas. Construir una vivienda social en Chile cuesta, en promedio, 91 millones de pesos.
➡ Con este dinero se podrían haber construido más de 37.000 viviendas sociales, beneficiando a miles de familias sin casa.
En vez de estas soluciones concretas para los ciudadanos, el dinero desapareció en un traspaso silencioso y sin explicaciones claras.
La diferencia con el Gobierno Militar: éxito mundial vs. desastre actual.
Para quienes buscan antecedentes aún más lejanos, durante el Gobierno Militar (1973-1990), que enfrentó aislamiento económico, bloqueos internacionales y diversas crisis, nunca se realizó un traspaso de Corfo de esta magnitud al fisco. Y la diferencia no solo está en la transparencia, sino en los resultados:
El Gobierno Militar, en lo económico, fue un éxito innegable a nivel mundial.
No existe un solo economista serio que pueda negar que Chile se convirtió en un referente global en materia económica gracias a las reformas estructurales aplicadas durante ese período. El modelo chileno fue estudiado e imitado por países en todo el mundo, desde Europa hasta Asia y América Latina.
Se transformó una economía colapsada en un modelo de desarrollo.
El país pasó de estar al borde de la quiebra en 1973 a ser una de las economías más sólidas y dinámicas del continente, con crecimiento sostenido, inflación controlada y un sector privado fortalecido.
Hoy, en cambio, se ha llevado a cabo un traspaso histórico de dinero sin que nadie explique con claridad su propósito ni su impacto.
La pregunta clave: ¿los chilenos lo permitirán?
¡Por supuesto que sí! ¿Cuándo ha sido diferente?
Porque la derecha no sale a la calle a quemarlo todo para protestar.
Porque la izquierda, con estos enjuagues, siempre "agarra algo" y si están en un partido político de ese sector, mejor todavía. Más aún cuando esos dineros son utilizados con fines políticos.
Y porque, para qué vamos a engañarnos, los que dicen ser de derecha son los mismos de siempre:
Los mismos que en diciembre de 2021, con el pecho inflado de superioridad moral, le negaron el voto a Kast y ayudaron a que Boric ganara la presidencia. ¡Gran jugada, genios!
Los mismos que se asustan con las palabras fuertes de Kast, Kaiser o Squella, porque "así no se gana una elección".
Los mismos que creen que la política es cosa de pobres y los negocios son cosa de ricos.
Los mismos que, pudiendo haber votado por Kast en 2021, votaron por Boric.
Los mismos que ven nuestra chilenidad, historia patria, monumentos y bandera como "tonteras de ridículos patriotas".
Los mismos que repiten "todos los candidatos de derecha son iguales", menos Matthei.
Los mismos que dicen "Kast ya no fue" porque no les escribió más, no los saludó en WhatsApp o no los invitó a tomar once.
Los mismos que esperan un "candidato santo" que los haga sentir cómodos, sin confrontar a la izquierda.
Los mismos que abogan por retirar el Monumento al General Baquedano para "evitar más violencia", pero que guardan silencio ante situaciones que verdaderamente fomentan la violencia en nuestro país. Mientras se enfocan en desmantelar símbolos históricos, ignoran actividades como los cursos de adoctrinamiento financiados por el Estado para la "Primera Línea" y la fabricación de bombas molotov en colegios emblemáticos.
Así que no se preocupen. Si buscan a un candidato que los trate con guante blanco y no diga nada incómodo, mejor quédense en la casa.
Pero después, por favor, no vengan a quejarse de que Chile sigue hundiéndose.
ÚLTIMO MINUTO: (EX-ANTE).
20.FEB.18:30 horas.
Recientes antecedentes han arrojado más luz sobre el controvertido traspaso de US$1.500 millones desde la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo) al Ministerio de Hacienda. Según el acta de la sesión correspondiente, este movimiento fue aprobado por los ministros, mientras que el vicepresidente ejecutivo de Corfo, José Miguel Benavente, se abstuvo de votar. Benavente argumentó que dicha solicitud implicaba una reducción significativa de los fondos patrimoniales de la corporación, los cuales son esenciales para su funcionamiento a largo plazo. Su postura subraya la importancia de resguardar el patrimonio de Corfo, especialmente cuando se trata de montos que podrían comprometer su misión de fomento productivo.
Este punto es precisamente uno de los focos de la investigación que ha iniciado la Contraloría General de la República. El organismo busca determinar si este traspaso ha afectado patrimonialmente a Corfo y esclarecer el destino específico de los recursos involucrados. La abstención de Benavente y sus argumentos resaltan la necesidad de una gestión financiera responsable y transparente, y es de esperar que la Contraloría considere detenidamente estas preocupaciones en su indagación.
La comunidad espera que esta investigación arroje claridad sobre las decisiones financieras adoptadas y garantice que el patrimonio de instituciones clave como Corfo sea protegido en beneficio del desarrollo económico del país.
$3,4 billones de pesos para salvar el prestigio de un ministro estrella y no la vida de mil niños
El gobierno de Gabriel Boric llegó al poder con el lema "Los niños primero", una promesa que, en los hechos, ha quedado reducida a un eslogan vacío. Mientras cientos de niños en Chile luchan contra enfermedades catastróficas sin acceso a medicamentos que pueden salvarles la vida, el Ministerio de Hacienda destinó $3,4 billones de pesos en una operación financiera que, más que responder a necesidades del país, parece haber tenido un objetivo claro: encubrir el desastre económico y proteger la imagen del ministro Mario Marcel.
El manotazo de Hacienda a los fondos de Corfo:
El caso es simple: en 2023, el Ministerio de Hacienda solicitó a Corfo el traspaso de $3,4 billones de pesos (US$3.500 millones) para tapar el déficit fiscal, evitando así solicitar más endeudamiento externo, lo que habría dejado en evidencia la grave crisis financiera del gobierno.
Pero lo realmente escandaloso es que este dinero provino de los excedentes generados por la explotación del litio, fondos que podrían haber sido utilizados para proyectos estratégicos, infraestructura, salud o, incluso, para financiar tratamientos médicos de alto costo para niños con enfermedades raras. Sin embargo, en vez de utilizar sus propios recursos, Corfo prefirió entregárselos a Hacienda y, para cubrir sus propias necesidades, salió a pedir préstamos a la banca internacional.
Lo que se pudo haber hecho con ese dinero:
El caso de Tomás, el niño de 5 años de Chiloé que necesita un medicamento de $3.500 millones de pesos para sobrevivir, ha dado visibilidad al drama que viven muchas familias en Chile.
Si tomamos como referencia el costo de ese tratamiento, con los $3,4 billones de pesos desviados a Hacienda se podrían haber financiado los medicamentos para aproximadamente 971 niños con enfermedades catastróficas.
Este no es un argumento demagógico. Es una simple muestra de cómo las prioridades del gobierno han sido erradas, destinando recursos a cubrir sus propios errores en lugar de cumplir su promesa de poner a los niños primero.
Una operación encubierta que nadie conocía:
Más allá de la legalidad del traspaso, lo cierto es que esta operación financiera se hizo en las sombras. Ni la ciudadanía ni, al parecer, el Congreso fueron informados en su momento de este "manotazo" a los fondos de Corfo.
Además, diversos expertos han advertido que fue un error gravísimo que pone en riesgo la autonomía financiera de la corporación. La situación es tan grave que la Contraloría General de la República ha iniciado una investigación para determinar si hubo irregularidades en esta maniobra.
Por otro lado, la oposición ha solicitado la renuncia de la directora de Presupuestos, Javiera Martínez, y está evaluando una acusación constitucional contra Mario Marcel.
El prestigio de Marcel por sobre las vidas de los niños
A pesar de que el ministro de Hacienda ha asegurado que "todo se hizo dentro de la legalidad", la maniobra ha generado tanta controversia que incluso suspendió sus vacaciones para intentar justificar lo sucedido. Hasta ahora, sus explicaciones no han convencido a nadie.
Aquí es donde surge la analogía:
El dinero estaba, el gobierno tuvo la posibilidad de hacer algo realmente significativo con esos recursos. Podrían haber sido destinados a salvar vidas, a cumplir la promesa de "Los niños primero". Pero prefirieron usarlo para maquillar el desastre económico y salvar el prestigio del ministro estrella del oficialismo.
No es exagerado, es la realidad. $3,4 billones de pesos para salvar a Marcel, pero no a los niños que lo necesitaban.
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