VAMOS A COMPLETAR 6 AÑOS SIN LAS RUF ADECUADAS.
¿Cuál Candidato Presidencial, cuando sea Presidente de Chile, dotará a las Fuerzas Armadas y de Orden de Reglas de Uso de la Fuerza que proteja y legitime a la autoridad militar y la de Carabineros de Chile y no a los delincuentes?
Les puedo aseguro que Evelyn Matthei no será, menos aún teniendo de asesor en seguridad a quien defendió las nefastas RUF que se propusieron el 2020, durante el Gobierno de Piñera.
El Mercurio, 18 de marzo de 2020:
Autor: CHRISTIAN SLATER ESCANILLA Coronel (r) del Ejército de Chile
Las RUF y la certeza jurídica.
Señor Director.
El abogado y jefe del Gabinete del Ministerio de Defensa Nacional, Pablo Urquízar, sin responder mis aprensiones sobre las vaguedades de dichas RUF, da a entender que estas se apoyan en la certeza jurídica. Revisemos entonces algunas de esas supuestas certezas.
Las reglas N⁰ 3 y N⁰ 4 hacen referencia al empleo de gas pimienta o lacrimógeno, sistemas de sonido, bastones, dispositivos eléctricos, proyectiles de pintura, luz y agua, como también a otros “análogos”. Sería interesante y tranquilizador saber cuáles son todos esos elementos, especialmente los de "electricidad, luz y agua”. Pero lo que no puede quedar en la imaginación son los “análogos”, Eso es como decir “etcétera”; dará para todo. La ley, que es superior a un decreto, exige que estos temas no tengan ambigüedades, vacíos legales y menos prestarse para interpretaciones personales.
La mayor gravedad y falta de certeza jurídica se presenta en la Regla N°9: usar armas de fuego como último recurso y "solo" en el caso de enfrentamiento con personas que utilicen o se apresten a utilizar armas de fuego u otras "armas letales”. O sea, una turba superior en fuerza y desarmada –a empujones– podrá entrar a cualquier recinto milítar o servicio de utilidad pública resguardado por una unidad militar.
Pero también podrían ir armadas con todo lo que se pueda imaginar, ya que estas reglas no definen lo que es un arma letal Por último, no se puede hablar de "certeza jurídica" cuando, por un lado, sin decretar un estado de excepción, se pretende disponer el empleo de las FF.AA.
Para el resguardo de instalaciones críticas y, por otro lado, se dicta un decreto con las RUF que fueron "conversadas" con la Contraloría, organismo este último que está para controlar la legalidad de ese decreto y no para involucrarse en su redacción. De existir un reglamento para operacionalizar dichas RUF, sugiero ocupar los sistemas de simulación que posee el Ejército para comprobar efectivamente cuáles son las fortalezas y debilidades de ese decreto. Adelanto un dato: no pueden ni deben estar por sobre la ley.

Camaradas de armas: no da lo mismo por quién votemos. Hay políticos que, para protegerse a sí mismos, seguirán creando leyes y normas para perseguir y condenar a los uniformados. Otros, en cambio, han prometido corregir esa cobarde aberración, garantizando respaldo político y jurídico a quienes deban hacer uso legítimo y progresivo de la fuerza. Pero no basta con votar por quien promete: hay que vigilar, exigir y acompañar ese compromiso con acción ciudadana constante.
Hemos sido traicionados, salvo contadas y honrosas excepciones, por las cúpulas de la derecha tradicional. No una vez… ¡sino muchas! Este 2025, hagamos saber cuán valioso es nuestro voto. Pesa más de lo que muchos creen y puede cambiar totalmente el rumbo de Chile. Es hora de dejar la diplomacia inútil y mostrar los dientes.
Para lograrlo, no se trata de ser de izquierda, de derecha o de extremos. Se trata de amar a nuestra Patria y de apoyar al candidato que nos prometa seguridad, progreso, desarrollo, respeto y respaldo a nuestras Fuerzas Armadas y de Orden; que garantice soberanía efectiva y una democracia protegida de esa eterna casta de sinvergüenzas políticos que han secuestrado el Poder Legislativo para su propio beneficio, abusando de la ciudadanía y traicionando el Bien Común.
Necesitamos renovar el Congreso con políticos que realmente trabajen por Chile. Es hora de darles la oportunidad a otros. Basta ya de la derecha cobarde y amarilla, de los socialistas, los demócratas, los radicales, los populistas y los comunistas: todos ellos emparentados, coludidos y dispuestos a hacerse favores a través del cuoteo y las devueltas de mano. Chile merece algo mejor. Y esta vez, depende de nosotros.
Es hora de regresar a nuestras raíces más profundas: a los valores que forjaron nuestra historia, al sentido de deber, a la chilenidad que nos une, al amor por nuestra bandera, a la identidad nacional que hemos ido perdiendo, y a las creencias cristianas que dieron base a nuestras leyes, nuestra cultura y nuestra forma de vida. Es hora de volver a poner en el centro el orden, la justicia, la verdad, la libertad bien entendida y el respeto por nuestras tradiciones. Esa es la base firme sobre la cual podremos reconstruir Chile.
ÚLTIMO MINUTO:
Comentarios
Publicar un comentario