EL CONGRESO MÁS CARO DEL MUNDO COMIENZA A DESPEDIR A SUS INQUILINOS TOP.
Vaya paradoja la que estamos presenciando: en el gobierno de Gabriel Boric, el autoproclamado heredero del legado de Salvador Allende, resulta que quienes caen en desgracia son nada menos que la hija y la nieta del expresidente. Es como si el progresismo se estuviera devorando a sí mismo, comenzando por sus figuras más simbólicas. ¿Será que en la Nueva Izquierda no hay espacio para los viejos apellidos? O quizás, simplemente, el apellido ya no garantiza impunidad en el Congreso más caro del mundo.
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