NI PERAS NI MANZANAS. SOLO PERROS.
🐾 Un cuento de perros patriotas, no de quiltros callejeros. Una fábula política sobre lealtad, estrategia y el deber de elegir bien. En la vieja Perrera Nacional, donde cada elección es un nuevo reparto de huesos y ladridos, los perros más atentos sabían que se acercaba una batalla decisiva. No era una pelea por comida ni por territorio; era algo más grande. Era la disputa por el alma del patio, ese gran espacio llamado Chile, donde algunos perros querían mantener el orden y otros, los más ruidosos, soñaban con romper el portón y dejar que todo volviera al caos. Allá por los días de la primera Convención Constitucional, muchos perros confundidos seguían a un grupo de gatos que prometían construir una nueva casa desde cero, sin planos, sin ladrillos y sin dueño. Aquello terminó como se esperaba: en desastre. Los gatos se pelearon entre ellos, los ratones celebraron, y la perrera quedó llena de polvo y desconfianza. Fue entonces cuando un perro policial, sereno y de mirada f...