LA NUEVA CARAVANA DE LA MUERTE.

SI USTED NO HA VISTO ESTE VÍDEO ¡NO SABE NADA! DE LA TRAGEDIA E INJUSTICIA QUE AFECTA AL CORONEL (R) JULIO CASTAÑER. 

POR FAVOR, LE PIDO SOLO 2 MINUTOS Y 19 SEGUNDOS DE ATENCIÓN, PARA QUIEN –UN JUEZ– SIN CONSIDERAR SUS PRUEBAS DE INOCENCIA Y ACEPTANDO UN FALSO TESTIMONIO Y UN MONTAJE PERIODÍSTICO, LO CONDENA A 20 AÑOS DE CARCEL. 

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https://youtu.be/A8wgs9aQ1x4?si=ZG9ynVWAqsSQvJAn

LA JUDICIALIZACIÓN DE LA CARAVANA DE LA MUERTE:

"No es posible perseguir fines elevados con medios inmorales, pues eso implica corromper los objetivos nobles". Daniel Mansuy, filósofo, académico y escritor.

El Presidente Boric, además de ofender con sus públicos e inapropiados comentarios cometió un abuso de autoridad con la familia del General Hernán Chacón Soto (QEPD). Una infamia y arbitrariedad muy propia de un tirano que mal utiliza el poder que le da su cargo como Presidente de la República, abusando de su desigual superioridad jerárquica, mediante un público e inhumano comentario contra un difunto y su desconsolada familia. Me imagino además, que por su falta de estudios, una capacidad intelectual desconocida y un nulo tacto, tino y criterio, tampoco debe saber o recordar el suicidio del hijo de la Senadora Isabel Allende, el suicidio de la madre de la actual Ministra de Defensa, nieta de Allende y el suicidio de la hemana de Salvador Allende. En lo particular, todos mis respetos y humanidad para las familia que han sufrido esa tragedia.

La principal autoridad de la República de Chile, además se olvida que el expresidente Salvador Allende se suicidó para no enfrentar ni a la ciudadanía que lo eligió, ni a su Partido Socialista, ni a la Justicia y menos, a un juicio político. Muy por el contrario, el General Chacón sí enfrentó a la justicia y a los medios de comunicación que, en su gran mayoría, faltando a la imparcialidad, cada cierto tiempo hacían (y aún hacen) un festín con las noticias de quienes, después de largos años y eternos procesos son perseguidos por un sistema paralelo de justicia. Algo que no aceptó el General Chacón y menos una espuria condena que solo significaba su pena de muerte, muy probablemente, esposado a su lecho de enfermo. Qué menos se podría haber esperado a los 86 años de edad y con una condena de 25 años por delante. Una condena a través de un sistema judicial que, por faltas de garantías de un debido proceso, dejó de existir el año 2005 y que, hasta ahora, solo se aplica a exuniformados.

Todo lo anterior, en el marco de los "50 Años", macabro contexto de un nuevo y millonario “Mecanismo”, ideado por el actual Gobierno y liderado por el Ministro de Justicia, para darse un "Festín de Fallos Express" con olor a venganza comunista  que –lógicamente– forzarán la posibilidad de que ocurran nuevos suicidios de quienes, con toda comprensión, (tal como pasó en el Caso Frei), se sientan desamparados y estafados por una justicia que, perdiendo toda su autonomía e independencia, pareciera que actúa para conveniencia de un sector de la sociedad y en un momento histórico que está siendo aprovechado por un desprestigiado Gobierno, que intenta tapar y esconder –con más odio, más divisiones y más muertes– su ineficiencia e ineptitud en la conducción de un Estado de Derecho, donde el Presidente de Chile, ni siquiera tiene la capacidad para escoger a adecuados colaboradores o asesores.

¿Es eso lo que quiere el Poder Judicial? Con ese tipo de justicia solo se puede esperar una legítima resistencia, rechazo o rebelión de quienes, sabiéndose inocentes, deben cumplir sentencias que solo han servido para repartir millonarias indemnizaciones o como trampolín, de algunos, para ocupar los más altos cargos del Poder Judicial.

De continuar así, probablemente, este mes de septiembre de 2023 será recordado, no como el mes en que se hizo justicia en los casos emblemáticos de violación a los Derechos Humanos, sino como el "Mes del Verdugo" que en su carroza de la muerte, después de 20, 30, 40 o más años, obligó y presionó a los jueces, para dictar Fallos contra todo aquel que aún le quede un hálito de vida, privilegiando el sensacionalismo por sobre la verdad o la cosa juzgada. Tal como sucedió con la reapertura del Caso Quemados, algo muy conveniente para el futuro profesional de dichos jueces. Un sufrimiento que no es para los condenados, sino para las familias de los perseguidos que, a falta de pruebas, son acusados con ficciones jurídicas que inventan los fiscales investigadores. Un nuevo momento histórico que nos hace revivir algo así, como la "Judicialización de la Caravana de la Muerte", donde quienes hoy, por sentirse con una cuestionable, vergonzosa e insostenible superioridad moral, creen tener el derecho de "apurar" juicios que –por faltas de méritos– aceptan falsos testimonios, montajes periodísticos, manipulación de víctimas y testigos y reaperturas de causas. Como también, con una irresponsabilidad que raya en lo criminal, desechan las pruebas de quienes intentan demostrar su inocencia en un sistema judicial totalmente adverso y perverso, que les juega en contra de su legítima defensa. Sin lugar a dudas, cometiendo el mismo error de otros en el pasado, la reapertura del Caso Quemados, desconociendo el concepto jurídico de la "Cosa Juzgada", deja abierta la puerta, para no respetar otros fallos o los que vengan en el futuro.

Lo que tanto condenaron, al referirse a lo que se conoció como el Caso de la "Caravana de la Muerte", cuyo objetivo era apurar las sentencias o fallos de personal detenido durante las primeras semanas del Pronunciamiento Militar, el actual Gobierno, ha asumido similar actitud, nombrando diferentes autoridades, para centralizar los procesos de violaciones a los Derechos Humanos, quienes, en estos días, recorren Chile apurando los Fallos, no como parte de una verdadera justicia, sino como parte, de una macabra fiesta, que cumple con una venganza y se gana –para lograr seguir gobernando– el apoyo y la simpatía de Partido Comunista. Mientras esas sean las prioridades del Presidente Boric, solo podemos soñar con un país dividido, de desencuentros y de falsos exonerados que gozan millonarias e indebidas indemnizaciones, como también de falsos violadores de los Derechos Humanos que se hacinan en cárceles de exterminios que nos recuerda el holocausto de nuevos inocentes. Todo ello, gracias a la retorcida mente de quienes quieren obtener a cambio, un poco más de tiempo, a través de una maldita paz simulada, mientras el país y sus arcas fiscales, son desmanteladas por ladrones sin corbata, hundiéndose en un caos social y económico, que avanza en una dirección, cada vez más irreversible, de violencia, terrorismo e inseguridad, cuyo retorno a un estado de normalidad, podría ser imposible.

"...no será que la historia nos confunde, no será que el manto del tiempo ha nublado la mente del jurista y del artista del diario...que recibe notas del pasado sin meditar su veracidad, no será que la venganza se confunde con la justicia y que la verdad se confunde con los años.... Si es así, el peligro nos acecha y puede que, más temprano que tarde, exista un nuevo joven oficial, suboficial o soldado, que sea condenado por su inocencia y por la incomprensión nacional..." Christian Slater, pag. 137. "40 años al servicio de Chile". Editorial Azafrán, abril 2017. Santiago, Chile.