LA CONSTITUCIÓN DE 1980 NO EXISTE.

"...La espectacular Constitución de 1980, en su tiempo una de las mejores del mundo, no existe..."

Santiago, octubre 2023.

Chilenos todos:

Para comprender bien el tema, primero eso sí, hay que romper con los mitos.

La espectacular Constitución de 1980, en su tiempo una de las mejores del mundo, no existe. Solo tuvo plena vigencia durante el Gobierno Militar. 

Previo al regreso de la democracia, por presiones de los Partidos Políticos, se eliminaron, lo que ellos llamaron los "enclaves de la dictadura", que no eran otra cosa que la protección de la democracia. Como los chilenos pecamos de ignorantes y mala memoria, les recuerdo que el domingo 30 de julio de 1989, aún en Gobierno Militar, se hizo la primera gran reforma a la Constitución de 1980, lo que fue APROBADO, por más del 91% de los votantes, superando los 7 millones de chilenos. De ahí en adelante, con ese gran triunfo, no hubo freno para –todos los años– hacer cientos de reformas. 

Posteriormente, a través del Congreso y con votos de la supuesta derecha, se terminó por desmantelar completamente la Contitución "de la dictadura", dejándola en condiciones tales que hoy es posible hacerle todos los cambios que, por mayoría de votos en el Congreso, se le ocurra a la izquierda, la derecha o a ambas. Más aún, en septiembre del 2005, en plena democracia, el Presidente Lagos, promulgó una nueva Constitución, la que lleva su firma y la de sus ministros. Algo que al parecer, por su avansada edad, se le olvidó.

En lo particular  creo que más allá del "A FAVOR" o del "EN CONTRA", lo que necesitamos demostrar el 17 de diciembre es UNIDAD para hacer frente a un sistema globalista amparado por la ONU y gestionado por los progresistas, donde los comunistas, con un peligroso relato populista, han sabido obtener ventajas y liderar esa nueva vía a un sistema totalitario y dictatorial de izquierda, que ya nos tiene a la altura de Haití.

Comprendiendo lo anterior y el proceso que nos llevó a esta situación política, social y económica, el problema sigue no siendo la Constitución, sino el relato populista de unos pocos que, con el apoyo de la ignorancia de una gran mayoría, quieren dirigir el país hacia un destino totalitario controlado por una minoría y del cual no habrá retorno.

Me preocupa también que una cantidad importante de chilenos, se guíe por lo que dicen una docena de líderes de opinión y no por lo que están viendo, sufriendo y viviendo cada día. Algo cada vez más cercano al Gobierno de la Unidad Popular.

Un fenómeno social que creo se ampara en la cobardía para enfrentar con valor una situación que es obvia. Prefieren que esos locuases líderes de opinión, peleen por ellos, pero no comprenden que la libertad y la democracia es una tarea de todos. Se olvidan que esos líderes de opinión de mueven por conceptos éticos muy distintos al honor y el amor al suelo en que vivimos. Por lo mismo, no me extrañaría verlos, en el corto plazo, levantando un nuevo partido político y que además, entre ellos mismos, escojan a un candidato a Presidente de Chile. No estoy diciendo que sea bueno a malo, solo recordando que así son los políticos.

Tampoco me agradan aquellos que con groserías e insultos, por que carecen de opinión y fundamentos, tratan de traidores a quienes llevan años luchando contra el comunismo y hoy, solo por que optaron por el "A FAVOR", son lapidados por una jauría de violentos y descontrolados chilenos, dando un triste espectáculo frente a quienes siendo de izquierda, van por el "EN CONTRA", que de ganar, los dejará en condiciones de gestionar y justificar nuevos intentos por un tercer proceso constituyente, pero más que eso, los empodera para seguir en la delantera política.

Peor aún, es mi análisis, cuando veo que los chilenos no comprenden que necesitamos mayoría en el Congreso y que necesitamos ganar las próximas elecciones del 2024 y 2025, pero así, demostrando falta de unidad, nos barrerán uno a uno y cumpliremos a favor del dicho "divide para gobernar". 

Finalmente, a excepción de los Comunistas que no creen y solo utilizan y manipulan –para sus propios fines totalitarios–  los concepto de Dios, Patria, Nación, República, Democracia, Fuerzas Armadas apolíticas, independencia de los Poderes del Estado, familia, educación, seguridad, desarrollo y soberanía, no estoy dispuesto a sumarme o continuar tratando de traidores a ningún Partido Político, menos a sus seguidores, al contrario, creo que debemos trabajar por la necesaria y urgente UNIDAD. Sí comprendo que dentro de cada Partido, especialmente en sus cúpulas, pueden haber traidores, como en toda organización. 

Con respecto a los desafíos políticos que se nos vienen de aquí al 2025, lo siento, pero ya no hay más tiempo. Es imposible intentar explicar lo que algunos no quieren o no logran comprender. En lo particular, ya no tengo ni tiempo ni paciencia, pero sí una decisión: apoyaré a Republicanos. 

El que esté de acuerdo con la necesaria y urgente unidad para –en las urnas– derrotar democráticamente al comunismo y a la izquierda extrema al servicio de la ONU y su Agenda 2030, ¡bienvenido! El que no esté de acuerdo con esta opción, sin insultar y sin atacar a nadie, está en todo su derecho de seguir el camino que más crea conveniente. 

El resultado de las urnas le dará la razón a unos y a otros no, y el tiempo –finalmente– dirá quién tenía la razón, lo que, por el bien de Chile, Dios quiera, que sea lo mejor para todos.

Solo tengo una certeza, el lunes 18 de diciembre, volveremos a la desafortunada realidad sin que nada haya cambiado en Chile para mejorar la salud, los sueldos, las jubilaciones, la seguridad, la educación o la economía. Todo seguirá igual y peor, gracias a los innumerables eventos que, ingeniosamente, ha inventado este gobierno, para mantenernos ocupados de lo sustantivo y no de lo importante: UNIDAD para derrotar, o al menos, detener o limitar el exitoso avance comunismo y su populista relato.

Alea iacta est. (La suerte está echada).

Christian Slater Escanilla.

Patriotas por Chile.