BORIC: SIN GLAMOUR NI FORMALIDAD, PERO SÍ UNO MÁS DE LA ÉLITE CHILENA.
Presidente Boric: Uno más de la Élite Chilena:
Gabriel Boric ha consolidado su posición como parte de la élite política en Chile a lo largo de su carrera, desde sus inicios como líder estudiantil hasta convertirse en presidente. Su trayectoria y los cargos que ha ocupado refuerzan la idea de que, aunque critique a ciertos sectores de la élite, él mismo es parte integral de esa estructura de poder.
Carrera Política y Ascenso al Poder:
1. Liderazgo Estudiantil: Boric ganó notoriedad nacional como líder estudiantil durante las protestas por la educación en 2011. Su papel destacado en estas movilizaciones lo posicionó como una figura clave en la lucha por reformas educativas y sociales, mostrando sus habilidades de liderazgo y su capacidad para movilizar a grandes sectores de la sociedad.
2. Diputado por Magallanes: En 2014, fue elegido como diputado independiente por la región de Magallanes, respaldado por el movimiento político Convergencia Social, parte del Frente Amplio. Durante su tiempo en el Congreso, Boric se destacó por su participación activa en temas de derechos humanos, educación y transparencia, consolidando su imagen como un político progresista y defensor de causas sociales.
3. Candidatura Presidencial y Victoria: En 2021, Boric fue elegido candidato presidencial del Frente Amplio y otras fuerzas de izquierda, en una coalición conocida como Apruebo Dignidad. Ganó las elecciones con una plataforma que prometía cambios significativos en el sistema económico y social chileno, apelando a la demanda de justicia social y equidad que surgió con fuerza tras las protestas de 2019.
Posición Actual como Presidente:
Poder Ejecutivo: Como presidente, Boric ejerce una autoridad considerable en la formulación y ejecución de políticas públicas, nombramientos en el gobierno, y dirección de la política interna y externa del país. Esta posición lo coloca en el centro del poder político en Chile, con una capacidad de influencia que pocas figuras poseen.
Visibilidad y Representación Internacional: Boric representa a Chile en foros internacionales y es una de las principales caras de la nación en el extranjero. Su influencia va más allá de las fronteras nacionales, contribuyendo a moldear la percepción y las relaciones de Chile en el ámbito global.
Control sobre la Agenda Nacional: Desde su posición, Boric puede definir las prioridades políticas y económicas del país, influir en el debate público y orientar el rumbo de la nación. Este control sobre la agenda nacional es una característica distintiva de quienes forman parte de la élite política.
Con esa realidad, no parece ni adecuado, ni conveniente, y menos convincente, que el Presidente Boric intente desvincularse de la realidad de ser uno más de la élite chilena, algo que lo ha caracterizado desde sus inicios como agitador estudiantil. Este intento de separarse de la élite a la que pertenece podría ser visto como una incoherencia o una estrategia que carece de credibilidad. Pretender hacerlo es, en muchos sentidos, como dispararse a los pies.
Es comparable a un individuo que, pese a poseer todas las características que lo definen en un grupo determinado, intenta convencer a los demás de lo contrario. La evidencia de su pertenencia es clara, y cualquier intento de negarlo no solo resulta insostenible, sino que subestima la percepción de quienes observan su trayectoria y posición actual.
La Confusión entre Glamour y Pertenencia a la Élite:
Es importante aclarar que algunos pueden confundir la falta de glamour con la pertenencia a la élite. El glamour se asocia comúnmente con una apariencia sofisticada, un estilo de vida lujoso y una imagen pública impecable. Gabriel Boric, con su estilo más sencillo y accesible, no proyecta la imagen tradicional de glamour asociada a ciertas figuras de poder. Sin embargo, esta falta de glamour, o simple formalidad, no cambia su realidad de pertenecer activamente a la élite política de Chile. Más allá de la cuestión del glamour, parece que Boric confunde esta sencillez con la formalidad y el respeto mínimo que su cargo de presidente requiere. La presidencia de Chile, por la magnitud de su responsabilidad y su simbolismo, demanda un nivel de formalidad y respeto que va más allá de la imagen personal de quien la ocupa. No obstante, Boric parece más enfocado en destruir y derribar las formalidades y los símbolos de respeto asociados a su cargo, en lugar de conservarlos y honrarlos. Esta actitud puede ser vista por algunos como una falta de comprensión de la dignidad y el decoro que el rol de presidente conlleva.
Comentario sobre la Agenda de Derechos Humanos y las Celebraciones Patrias:
Sumemos a todo lo anterior lo que siempre ocurre a inicios del "Mes de la Patria". No está de más comprender, que justamente durante su mandato, especialmente en los meses de septiembre, para ganarse unos puntitos más de aprobación ciudadana, el Presidente Boric y su gobierno han intentado enfocar la agenda nacional en temas de derechos humanos. Esta estrategia ha generado críticas por parte de quienes creen que esto opaca las tradicionales celebraciones del mes de la Patria, incluyendo las festividades del 18 y 19 de septiembre. Estas fechas son centrales para los chilenos, ya que conmemoran la independencia de Chile y el Día de las Glorias del Ejército, evocando un profundo sentido de identidad nacional y orgullo por las tradiciones chilenas.
Al centrarse en los derechos humanos durante estas fechas, se percibe un desplazamiento de la atención de las festividades que celebran los valores y tradiciones patrias. Muchos chilenos sienten que esto resta protagonismo a las conmemoraciones de la soberanía nacional y al papel histórico del Ejército de Chile, que son esenciales para la identidad nacional. Este enfoque puede ser visto como una manera de redirigir la atención hacia temas políticamente sensibles, en lugar de celebrar la historia y las tradiciones que unen a la nación.
NOTA:
1. Élite: Este término se refiere a un grupo selecto de personas que se destacan en la sociedad debido a su estatus, poder, riqueza, educación o influencia. La élite puede ser política, económica, cultural o social, y sus miembros suelen ocupar posiciones de liderazgo o influencia en sus respectivos campos. La noción de élite a menudo lleva consigo una connotación de exclusividad y privilegio.
2. Glamour: El glamour se refiere a un encanto o atractivo especial que es percibido como deslumbrante, sofisticado o fascinante. A menudo se asocia con la moda, el estilo, el entretenimiento y la apariencia visual. El glamour es más una cuestión de percepción y apariencia que de estatus social o poder real. Es un término más estético y se utiliza para describir a personas, lugares o eventos que tienen un brillo o atractivo especial.
En resumen, mientras que "élite" se relaciona con estatus social y poder, "glamour" se asocia con atractivo y estilo visual. La élite puede o no ser glamorosa, y el glamour puede ser cultivado por personas que no necesariamente pertenecen a la élite.
Picaaaaaaaanteeeee, hasta el loly con el flor de presidente
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