EL OCTAVO PASAJERO.
Entre el Hito y la Deuda: Reflexión sobre el Viaje Presidencial al Polo Sur.
No cabe duda de que el viaje del presidente Gabriel Boric al Polo Sur es un hito histórico. Astuta o estratégicamente, será el primer mandatario chileno y el tercer jefe de Estado en el mundo en llegar a este extremo del planeta lo posiciona en las páginas de los registros diplomáticos y científicos. Su participación en la Operación Estrella Polar III simboliza un compromiso con la investigación antártica, el medio ambiente y el liderazgo de Chile en el Sistema del Tratado Antártico.
Sin embargo, es imposible pasar por alto que este viaje también deja en evidencia una desconexión con las prioridades inmediatas de millones de chilenos que viven en el continente. Mientras el presidente fortalece la presencia chilena en la Antártida, millones de compatriotas enfrentan día a día problemas graves y urgentes como la delincuencia, la inflación, la crisis de salud y la educación, temas que siguen "al debe" en su administración.
El Polo Sur no tiene ciudadanos chilenos que requieran seguridad, acceso a medicamentos o mejoras en la calidad de vida. Chile continental, en cambio, está repleto de compatriotas esperando respuestas concretas a sus necesidades más básicas. Destacar un hito diplomático es válido, pero no puede ocultar la realidad de un liderazgo que aún no está a la altura de los desafíos que enfrentan quienes viven en este país.
El mérito de la Fuerza Aérea y el liderazgo militar:
En esta oportunidad, no podemos dejar de resaltar el esfuerzo y profesionalismo de la Fuerza Aérea de Chile. Esta operación es una muestra contundente de su capacidad logística, técnica y operativa, destacando su rol esencial en consolidar a Chile como un actor relevante en la Antártida. La impecable coordinación y el compromiso de sus integrantes son elementos clave para el éxito de una misión tan compleja y significativa.
Además, algo que no puede pasar desapercibido es la presencia de los tres Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas, quienes acompañaron al presidente Boric en esta histórica expedición. Este detalle no solo subraya la trascendencia del evento, sino que también simboliza la unidad y el compromiso de nuestras instituciones militares con el desarrollo científico, diplomático y estratégico de Chile en la región antártica.
La hazaña de 1996: Patrulla del Ejército en el Polo Sur Geográfico:
En este contexto, es imprescindible recordar otra histórica proeza protagonizada por nuestras Fuerzas Armadas en la misma fecha, pero en 1996. Una patrulla del Ejército de Chile alcanzó el Polo Sur Geográfico tras una travesía de 1.280 kilómetros desde Patriot Hills. Este hito, logrado en 51 días de marcha ininterrumpida, enfrentó temperaturas extremas, vientos contrarios y un ascenso constante hasta los 2.900 metros sobre el nivel del mar.
A diferencia de las condiciones actuales, esta hazaña se llevó a cabo arrastrando trineos, sin apoyo externo ni recursos logísticos modernos, demostrando el sacrificio, la disciplina y la fortaleza de nuestros soldados. Fue un testimonio del compromiso del Ejército con el espíritu explorador y el fortalecimiento de la soberanía chilena en el continente blanco.
Por ello, mientras aplaudimos la impecable coordinación de nuestras Fuerzas Armadas y el compromiso de los científicos en esta misión, no podemos dejar de exigir al mandatario que ponga la misma dedicación y esfuerzo en solucionar los problemas que verdaderamente afectan a la mayoría de los chilenos. Porque si bien es importante proyectar liderazgo en el Continente Blanco, es aún más crucial liderar con eficacia en el Chile que todos habitamos.
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