TREWHELA’S SCHOOL.
Trewhela’s School: un nuevo capítulo bajo Nord Anglia.
La reciente venta de Trewhela’s School al grupo británico Nord Anglia Education marca un cambio histórico para la comunidad escolar de Providencia y Chicureo. Después de décadas bajo la conducción de la familia Bolton, el colegio inicia ahora una etapa en manos de una organización internacional con más de 80 colegios en el mundo, más de 85.000 alumnos y presencia en unos 30 países.
Nord Anglia no es un actor menor. Fundada en 1972 en el Reino Unido, se ha convertido en uno de los grupos educativos privados más influyentes a nivel global. Su modelo combina excelencia académica, programas internacionales (como el Bachillerato Internacional y Cambridge IGCSE) y convenios exclusivos con instituciones como el MIT, la escuela de artes Juilliard y UNICEF, lo que abre la posibilidad de experiencias y proyectos únicos para los estudiantes de Trewhela’s.
¿Quién respalda a Nord Anglia?
En 2024, Nord Anglia fue adquirida por un consorcio internacional encabezado por Neuberger Berman, EQT y el Canada Pension Plan Investment Board, en una operación de US$14.500 millones. Más recientemente, la Corporación Financiera Alba (familia March, España) compró un 6 % de participación, reforzando la solidez financiera del grupo. Esto asegura no solo continuidad, sino también recursos para potenciar a sus colegios.
Lo que puede significar para Trewhela’s
- Infraestructura y recursos: inversión en laboratorios, bibliotecas digitales y tecnología de punta.
- Oferta académica: posible incorporación de programas internacionales, con énfasis en innovación y proyectos globales.
- Profesores: acceso a capacitaciones internacionales, aunque también con estándares más exigentes.
- Identidad: desafío de equilibrar la tradición de Trewhela’s con la impronta global de Nord Anglia.
- Finanzas: es esperable que las colegiaturas aumenten gradualmente, aunque acompañadas de mejoras tangibles.
Una reflexión necesaria
Todo cambio genera resistencia. Es natural que surjan dudas, rumores y hasta cierta incertidumbre en la comunidad escolar. Lo importante es estar bien informados, no dejarse llevar por comentarios que poco aportan, y entender que este proceso puede abrir nuevas oportunidades para los hijos de quienes confían su formación a Trewhela’s.
Y aquí conviene subrayar algo esencial: lo que más valoramos los apoderados no es solo la excelencia académica o las exigencias del inglés, sino que nuestros hijos no sean un número más. El sello de Trewhela’s ha sido siempre que, desde el portero hasta la dirección, hay personas que conocen a nuestros hijos, los llaman por su nombre y los identifican como individuos únicos. Eso es invaluable, y en lo personal es algo a lo que no estoy dispuesto a renunciar ni a perder en esta nueva etapa.
A la vez, es fundamental que todo ocurra en un marco disciplinario adecuado y prudente, propio de esta etapa formativa tan importante. Con tanta libertad como se pueda para estimular la creatividad y autonomía de los alumnos, y con tanta disciplina, de respeto mutuo, como sea necesaria para consolidar valores y una convivencia sana.
El desafío será que la comunidad —apoderados, alumnos, profesores y directivos— logre acompañar esta transición con altura de miras, asegurando que lo mejor de la tradición del colegio se combine con los beneficios de pertenecer a una red educativa global de prestigio.
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