TRUMP SE REUNE CON LAS FUERZAS ARMADAS

Trump, la “invasión interior” y los “campos de entrenamiento” en ciudades.

Reunión con altos mandos militares en la base de Quantico, Virginia — 30 de septiembre de 2025.

Donald Trump durante su intervención en la base de Quantico. Foto: Evan Vucci / AP — Fuente: EL PAÍS

El 30 de septiembre de 2025, la base del Cuerpo de Marines en Quantico, Virginia, fue escenario de una reunión inusual por su magnitud y carácter presencial. Cerca de 800 altos mandos militares de Estados Unidos —generales y almirantes de las distintas ramas— fueron citados con escasa antelación a un encuentro encabezado por el secretario de Defensa Pete Hegseth y el expresidente Donald Trump.


El discurso de Trump: “enemigo desde dentro”

En un mensaje cercano a una hora, Trump respaldó las directrices de disciplina anunciadas por Hegseth y advirtió sobre lo que definió como una “invasión interior” o “enemigo desde dentro”. Según expuso, las amenazas principales no provienen de ejércitos extranjeros, sino de fenómenos internos como el crimen organizado, pandillas transnacionales, el tráfico de drogas y la inmigración irregular masiva.

En ese marco, planteó que algunas ciudades estadounidenses podrían funcionar como “campos de entrenamiento” para preparar a las fuerzas en operaciones urbanas, argumentando que los entornos reales presentan desafíos más complejos que los simulacros en bases militares.

Instantes previos a la intervención de Trump en Quantico. Foto: Evan Vucci / AP — Fuente: EL PAÍS

Un giro en la cultura militar estadounidense

La idea de entrenar en ciudades tiene un fuerte componente simbólico porque toca la histórica separación entre las Fuerzas Armadas y las tareas de seguridad interna. En Estados Unidos, ese límite está protegido por la ley Posse Comitatus (1878), que restringe el uso del ejército para imponer el orden público, salvo excepciones legales específicas.

Diversos analistas y medios internacionales destacaron que la propuesta podría interpretarse como un paso hacia un mayor protagonismo militar en asuntos domésticos, cuestión tradicionalmente sensible en la democracia estadounidense.


Las directrices de Hegseth y la disciplina

Antes del mensaje de Trump, el secretario de Defensa Pete Hegseth anunció medidas para endurecer los estándares físicos y normas de disciplina y presentación personal, criticando lo que calificó como “cultura woke”. Entre los ejes expuestos:

  • Recuperar exigencias físicas máximas en la instrucción.
  • Acotar exenciones en normas de presentación (barba, peinados, etc.).
  • Reforzar la meritocracia y la disciplina en el entrenamiento.
  • Respaldar ajustes recientes en el alto mando para alinear cultura organizacional.
Pete Hegseth, secretario de Defensa, durante su intervención. Foto: Evan Vucci / AP — Vídeo: EPV — Fuente: EL PAÍS

Reacciones

  • En la sala: actitud sobria de la mayoría de los altos mandos; aplausos breves y momentos de visible incomodidad.
  • Debate interno: juristas y analistas plantearon interrogantes sobre alcances legales y el tradicional principio de neutralidad política de las Fuerzas Armadas.
  • Ámbito internacional: hasta ahora no hay pronunciamientos oficiales de mandos militares extranjeros; el tema fue seguido de cerca por la prensa mundial por su posible impacto doctrinario.
Generales y almirantes presentes en Quantico, 30 de septiembre de 2025. Foto: Evan Vucci / AP — Fuente: EL PAÍS

Comentario editorial: el Leviatán que vuelve la mirada hacia adentro.

La reunión en Quantico —cuyo nombre proviene de una voz indígena que suele traducirse como “río ancho” o “lugar de reunión”, sin relación alguna con “cuántico” de la física— simboliza algo más que un ajuste militar: es la expresión de un proceso cíclico de la historia. Cuando se perciben excesos ideológicos y los organismos llamados a equilibrar (como la ONU) lucen ineficaces, las sociedades reaccionan y exigen un cambio de rumbo.

Un protector criticado… y necesario.

En términos hobbesianos, Estados Unidos ha sido el “Leviatán” del sistema internacional: poder temido y criticado, pero funcional para evitar el caos. Reconstruyó Europa y Japón tras la Segunda Guerra Mundial, contuvo la expansión soviética durante la Guerra Fría, mantuvo abiertas las rutas marítimas y lidera ejercicios multinacionales como UNITAS 2025. Es el único país con capacidad real para desviar un asteroide, garantizar la seguridad de las principales rutas marítimas y contener amenazas en regiones inestables como el Caribe.

Muchos han criticado esa hegemonía mientras se beneficiaban de su paraguas militar, científico y económico. Quantico parece marcar un punto de inflexión:

“Antes de salvar a otros, debemos recomponer nuestra casa”.

La reacción frente al desgaste interno

El mensaje sobre el “enemigo interior” refleja la percepción de que el mayor riesgo ya no está fuera, sino en crimen organizado, pandillas transnacionales y migración irregular descontrolada. El endurecimiento de la disciplina anunciado por Hegseth —estándares físicos exigentes, recuperación de la meritocracia y una “ética guerrera”— apunta a recomponer cohesión y estándares en las Fuerzas Armadas.

Libertades civiles: un debate malentendido.

Cuando se advierte que ciertas medidas “pueden afectar las libertades civiles”, no se está diciendo que la gente perderá su vida normal. Las libertades civiles son garantías legales frente al abuso del poder estatal: no ser detenido sin orden judicial, debido proceso, privacidad, libertad de expresión y de reunión, límites al uso del ejército en tareas policiales.

En este contexto, la vida cotidiana de los ciudadanos respetuosos de la ley no será restringida: podrán seguir trabajando, viajando, llevando a sus hijos al parque, yendo al cine, a restaurantes, a la escuela o de vacaciones al extranjero. Quien debe temer es quien planifica o comete delitos graves. Para la mayoría, el objetivo es restablecer el orden que permite vivir en paz y con mayor seguridad.

Un proceso cíclico.

La historia muestra que los extremos ideológicos generan respuestas correctivas: el péndulo no permanece indefinidamente en un solo lado. Hoy, EE. UU. reacciona frente a lo que percibe como abusos de políticas identitarias y la ineficacia de ciertos organismos internacionales. El mensaje de Quantico es también para el exterior: no se puede pedir que un país actúe como protector global mientras se lo critica y se desatienden sus desafíos internos.

Un elemento que refuerza el contexto de repliegue interno es el cierre temporal del gobierno federal que comenzó este 1 de octubre de 2025, tras no lograrse a tiempo la aprobación del presupuesto en el Congreso.

Conviene recordar que este tipo de cierres no es un fenómeno nuevo: han ocurrido en más de una veintena de ocasiones desde 1976 y son, en esencia, un procedimiento institucional previsto por la ley presupuestaria, no una ruptura del orden democrático.

El más prolongado fue el de 2018-2019, bajo la presidencia de Trump, que se extendió por 35 días.

Durante los cierres, los servicios esenciales —defensa, seguridad, control aéreo, salud de emergencia— siguen operando, mientras las agencias no esenciales suspenden actividades o reducen personal temporalmente.

La coincidencia entre este nuevo cierre y la reunión de Quantico acentúa la idea de que Estados Unidos atraviesa un momento de reacomodo interno, en el que el liderazgo político y militar busca redefinir prioridades, recomponer su cohesión doméstica y atender sus propias tensiones fiscales y políticas, incluso mientras sigue siendo el actor clave del orden internacional.

El cierre de gobierno no detiene el brazo militar estadounidense, pero evidencia la tensión entre su papel global y sus problemas internos.

Las operaciones esenciales y los despliegues en curso —incluidas las maniobras en el Caribe y el ejercicio UNITAS 2025— continúan sin interrupciones, protegidos por las leyes que priorizan la seguridad nacional.

Sin embargo, un cierre prolongado puede ralentizar la contratación de nuevos recursos, aplazar ejercicios adicionales, afectar la logística y erosionar la moral de miles de empleados civiles del Pentágono, obligados a trabajar sin pago inmediato o a quedar suspendidos.

Para los aliados y adversarios, la secuencia —reunión de Trump y Hegseth en Quantico el 30 de septiembre y cierre de gobierno al día siguiente— proyecta una doble imagen:

determinación para mantener la seguridad, pero también fragilidad política y fiscal interna, que puede limitar la capacidad de sostener su presencia prolongada en varios frentes a la vez.

Conclusión:

Quantico condensa la oscilación de un péndulo histórico: la respuesta de un país que sostuvo el orden mundial mientras otros lo criticaban y aprovechaban su protección, y que ahora prioriza recomponer sus bases internas. La pregunta que queda es directa: si el Leviatán se centra en curar sus heridas, ¿quién sostendrá el mundo cuando vuelvan las tormentas?


Comentarios

  1. Exelente ,medida....eso hace reforzar,lo que todo lider debe hacer en reforzar los valores de las FF.AA.como guia.de un Pais ...cosa que hoy ,ello no esta presente en el nuestro...Notable Accion

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  2. Me llama la atención, cómo una nación desarrollada se preocupa de detener el exceso de ideologías; porque el equilibrio cultural se transforma en seguridad de alto nivel para una nación que necesita avanzar.

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