MAQUINARIA DE CORRUPCIÓN CON LAZOS PROMISCUOS Y CORRUPTOS.

De Cristina a Chile: la misma obra, con distinto vestuario. La Corte Suprema Argentina ha hablado con claridad y sin medias tintas: Cristina Fernández fue parte central de una “maquinaria de corrupción”, con “lazos promiscuos y corruptos” junto al empresario Lázaro Báez. Así lo consigna el diario Clarín, al detallar el fallo que confirma su condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. Una maquinaria, sí. Compleja, sostenida en el tiempo, disfrazada de legalidad. Pero al final, orientada al saqueo del Estado y al beneficio de los cercanos. O como diríamos en buen chileno: para asegurarse el vuelto entre amigos. ¿Y en Chile? También tenemos nuestra versión. Más progresista, más colorida, y con un guión digno de Netflix. Aquí lo llamamos simplemente: “El Mecanismo”. Una red de fundaciones truchas, disfrazadas de ONG de ayuda social, tejida con favores políticos, transferencias exprés y contratos ideológicamente blindados. Una orgía de sexo, mentir...