LA UNIVERSIDAD DE CHILE, SUCUMBE LENTAMENTE.





La Universidad de Chile y su deriva triestamental: el día que la Casa de Bello comenzó a parecerse a la extinta Arcis.

La Carta enviada el 24 de mayo y que no quizo publicar "El Mercurio":

Bajada:

Mientras algunos celebran un supuesto avance democrático dentro de la Universidad de Chile, el filósofo Miguel Orellana Benado enciende las alarmas: detrás del relato triestamental hay más ficción que verdad, más consigna que excelencia. La universidad que una vez fue símbolo de prestigio nacional hoy avanza peligrosamente hacia el activismo ideológico, mientras permite que funcionarios con licencia médica se vayan de vacaciones al extranjero. ¿Qué está pasando?

1. ¿Quién es Miguel Orellana Benado?

Miguel Ernesto Orellana Benado es doctor en Filosofía por la Universidad de Oxford, exdecano de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, y exsecretario del Senado Universitario. Con más de 30 años de trayectoria docente e intelectual, ha sido una de las voces más lúcidas y valientes en la defensa de la excelencia académica. Sus críticas no provienen del resentimiento ni del conservadurismo, sino de una preocupación profunda por la decadencia institucional de la universidad pública más importante del país.

2. ¿Qué es el “relato triestamental”?

El triestamentalismo propone que el gobierno universitario debe estar compuesto —con igualdad de voto o poder— por tres estamentos: académicos, estudiantes y funcionarios no académicos. Esta idea, inspirada en la Reforma de Córdoba de 1918 (ver nota final), busca una mayor "democratización" de la toma de decisiones en el mundo universitario.

En la Universidad de Chile, se acaba de aprobar una reforma que redistribuye los votos y aumenta la influencia de estudiantes y funcionarios en órganos superiores. La narrativa dominante celebra esta decisión como un “hito histórico” que supuestamente corrige una herencia "neoliberal" del pasado.

Pero, como bien advierte Orellana en entrevista publicada por El Mercurio el sábado 24 de mayo de 2025 (sección Nacional, página C7), ese relato está construido con una mezcla peligrosa de nostalgia, ignorancia histórica y entusiasmo ideológico.

3. ¿Qué critica el profesor Orellana?

Orellana no solo cuestiona el contenido de la reforma, sino su origen y motivación. A su juicio:

“El relato triestamental tiene un poco de información y mucho de imaginación. Y nada de rigor.” (Miguel Orellana, en El Mercurio, 24 de mayo de 2025).

Denuncia que se ha elaborado una épica universitaria basada en la ficción, pretendiendo hacer pasar por democracia lo que en realidad es populismo académico. También advierte que no hay evidencia de que entregar más poder a los estudiantes y funcionarios vaya a mejorar la universidad. Por el contrario: las cifras de participación real son bajísimas, los quórums no se cumplen y la responsabilidad institucional brilla por su ausencia.

Peor aún, plantea una verdad incómoda:

“La universidad no es una república donde todos tienen derechos políticos, es una comunidad académica que exige ciertas condiciones para participar en sus órganos de gobierno.” (Ibid.)

Finalmente, denuncia que toda esta movida responde más a una lógica ideológica y reactiva post-18 de octubre que a un proyecto serio de fortalecimiento institucional. En palabras simples: una improvisación con consecuencias peligrosas.

4. ¿Hacia dónde se encamina la Universidad de Chile?

No se trata solo de un cambio en el reglamento interno. Estamos presenciando una transformación profunda del alma institucional de la Universidad de Chile. La que alguna vez fue un emblema de excelencia, exigencia y honor académico, hoy se ve envuelta en escándalos éticos y deriva política.

El último episodio lo vimos en los titulares de prensa: funcionarios públicos con licencia médica que se fueron de vacaciones al extranjero, y entre ellos, funcionarios de la propia Universidad de Chile. El silencio cómplice y la falta de sanciones internas muestran un sistema complaciente con la deshonestidad, pero entusiasta con las reformas simbólicas.

5. De la Casa de Bello a la trinchera ideológica: el fantasma de la Universidad Arcis.

Lo que más preocupa no es solo la reforma triestamental ni los escándalos administrativos. Lo verdaderamente alarmante es la deriva institucional e ideológica de la Universidad de Chile, que la va acercando peligrosamente al modelo fallido de la extinta Universidad Arcis. No se trata de exagerar, sino de constatar patrones que se repiten con inquietante similitud.

La Universidad Arcis, recordémoslo, fue durante años un proyecto universitario abiertamente politizado, capturado por sectores de la izquierda más radical, convertido en plataforma de militancia ideológica y financiamiento opaco. Su caída no fue solo financiera: fue moral e institucional. Se desplomó cuando dejó de formar profesionales y comenzó a fabricar activistas.

La Universidad de Chile —otrora emblema del mérito, la exigencia y la pluralidad intelectual— hoy parece avanzar por esa misma pendiente:

Validando tesis convertidas en libros panfletarios.

Usando sus plataformas institucionales para promover una sola visión del país, de la historia y de la política.

Silenciando o excluyendo toda voz que no se alinee con su relato dominante.

Peor aún, se protege bajo el escudo de la “libertad académica”, cuando en realidad ejerce un activismo selectivo, sostenido y con recursos públicos. Y al igual que la Arcis en sus últimos años, ha comenzado a perder el respeto de la ciudadanía, no por lo que enseña, sino por lo que omite y por lo que impone ideológicamente.

Cierre editorial.

La Universidad de Chile no necesita cuotas políticas disfrazadas de democracia. No necesita relatos épicos vacíos ni consignas que emocionan en asambleas pero arruinan las aulas. Lo que necesita es recuperar su dignidad académica, su orden, su mérito, y su razón de existir: formar a los mejores para servir al país.

La Casa de Bello aún está a tiempo de reaccionar. Pero para ello se necesita valentía, autocrítica y decisiones que incomoden a los que hoy confunden asamblea con excelencia. La educación pública no se defiende con pancartas ni con reformas teatrales. Se defiende con rigor, ética y trabajo bien hecho.

Nota: ¿Qué fue la Reforma de Córdoba de 1918?

La Reforma Universitaria de Córdoba fue un movimiento impulsado por estudiantes de la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina), que en 1918 demandaron autonomía universitaria, cogobierno estudiantil, libertad de cátedra y apertura democrática en la educación superior. Este proceso se convirtió en un hito latinoamericano, inspirando décadas de activismo universitario en países como Chile, Perú, Uruguay y México. Su espíritu democratizador ha sido invocado reiteradamente, aunque muchas veces distorsionado para justificar reformas ideológicas con poco rigor académico.


Comentarios

  1. Muy buena síntesis. Recoge la pequeña tragedia de la universidad más importante de Chile, encaminándose paulatina pero, al parecer, inexorablemente a su decadencia. Una lástima.

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