CARIBE: VICTORIA ESTRATÉGICA PARA TRUMP O EL RELATO DE UN TRIUNFO DE MADURO.
Infantes de Marina en cubierta: señales de guerra y la sombra de Bahía de Cochinos
Una fotografía basta para revelar que el Caribe está al borde de una decisión histórica: victoria estratégica o humillante derrota.
Actualizado al 28 de agosto de 2025
La foto publicada en El Mercurio el jueves 28 de agosto —y recreada aquí con IA— lo dice todo. Muestra a Infantes de Marina estadounidenses ejercitándose en procedimientos de desembarco. Lo que vemos es la dotación (sirvientes) de un mortero liviano, pieza fundamental en la conquista de una cabeza de playa, necesaria para asegurar terreno inicial y abrir paso al desembarco de fuerzas mayores.
Quien crea que esto es un simple ejercicio, un “picnic militar”, ignora lo obvio: es preparación para una operación real. La historia ha demostrado que cuando estas unidades se despliegan de este modo, las intenciones suelen ser claras y los resultados previsibles.
⏳ El factor tiempo
Si estas fuerzas no se emplean en territorio venezolano en los próximos días, Donald Trump enfrentará un costo político enorme: la percepción de una derrota estratégica, con la inevitable burla de Nicolás Maduro amplificada en América y el mundo.
El tiempo está en contra: el 15 de septiembre comienza la Operación UNITAS 2025, el ejercicio naval multinacional más longevo del continente (66ª edición), que incluirá desembarcos anfibios, ejercicios Sinkex y operaciones con sistemas no tripulados. Curiosamente, UNITAS nació en 1960, cuando por primera vez se realizó en las aguas de Venezuela — demostrando que esta región ha sido clave en ejercicios defensivos interamericanos. Operaciones en las que también participa la Armada de Chile. Lo que además, se trabsforma en una nueva oportunidad para el Presidente Boric –similar a lo que hizo con la última FIDAE con respecto a Israel– pero esta vez, para no autorizar la participación de Chile. Sugiero seguir atentos esa situación y al apoyo o no apoyo de Chile a Estados Unidos, en su intervención en el Caribe.
Septiembre también es el mes más activo de huracanes en el Caribe, lo que podría dificultar o retrasar cualquier operación real en esa zona, subrayando la urgencia de los próximos días.
✔ Escenarios posibles
En este escenario, solo dos eventos podrían traducirse en una victoria estratégica para Washington:
- Que las fuerzas estadounidenses se empleen efectivamente en territorio venezolano en los próximos días.
- Que Maduro, presionado por las circunstancias, solicite refugio en otro país.
De lo contrario, el relato victorioso será escrito por Maduro, presentándose como el líder que resistió y humilló a EE.UU. Será visto como una derrota histórica similar a la de Bahía de Cochinos (abril de 1961), una lección que no puede repetirse.
🇨🇱 Slater. Coronel (R) Ejército de Chile.
FOTOS DE LA ESCALADA DE LA CRISIS EN EL CARIBE. (Haga clic sobre las letras azules).
¿Y CHILE, CUÁNDO?: Comentario adicional (27–28 AGO 2025).
Mientras Caracas insiste en su retórica de resistencia —con Diosdado Cabello asegurando que Venezuela está “preparada para cualquier agresión” de EE. UU.—, en el ámbito internacional Washington impulsa una coalición contra el Cartel de los Soles. Ya se han alineado países de América del Sur y el Caribe como Argentina, Paraguay, Ecuador, Guyana, Trinidad y Tobago y Guadalupe. En Europa, en cambio, la situación está dividida: España ha optado por no respaldar la iniciativa de Washington, mientras que Francia sí ha dado su apoyo, incluso enviando naves militares a la región.
El contraste es evidente: mientras en EE. UU. se debate la representación histórica en sus museos, en Chile el gobierno de Boric apoya y financia espacios como el Museo de la Memoria, de clara orientación política, y además se promueve el llamado “Museo del Estallido Social” o “de la Primera Línea”. Este último ha sido duramente criticado, pues se dedica a rescatar y hasta justificar el accionar de grupos que atacaron a nuestras Fuerzas de Orden, incendiaron estaciones del Metro de Santiago, destruyeron monumentos, profanaron iglesias y atentaron contra símbolos patrios (La Tercera PM, 28 de mayo de 2023).
Esa contradicción explica, en parte, la demora o reticencia de Chile para tomar una posición clara frente a la crisis: es muy probable que esta termine siendo en contra de EE.UU., lo que ya provoca críticas y fricciones con una oposición que considera al actual gobierno como debilitado, sin capacidad de gestión ni base política sólida. Es decir un Gobierno Administrativo atrincherado en La Moneda en pleno proceso eleccionario.
Este contenido complementa y no reemplaza lo ya publicado previamente en el blog.
Quizás hoy recién comprendamos el porqué del despliegue naval de Estados Unidos en el Caribe.
Contexto en “30 días” de operaciones
En apenas un mes de patrullajes coordinados bajo la Operación Pacific Viper, se ejecutaron 19 interdicciones marítimas en aguas internacionales del Caribe y del Pacífico oriental (entre el 26 de junio y el 18 de agosto de 2025). El resultado agregado supera las 76 000 libras de drogas aseguradas en alta mar.
La descarga récord presentada el 26 de agosto
El 26 de agosto de 2025, la Guardia Costera de EE. UU. presentó en Port Everglades (Florida) la mayor incautación de su historia: 76 140 libras (aprox. 61 740 de cocaína y 14 400 de marihuana), con un valor estimado superior a US$ 470 millones. Es el cierre visible —ante prensa y opinión pública— de lo que ocurrió operativamente en las semanas previas.
¿Qué nos dice esto sobre la Escalada de la Crisis?
Si esto ocurrió en “solo” 30 días de operaciones, la pregunta evidente es cuán profundo es el poder del narcotráfico en la región y qué vínculos políticos lo sostienen. La incautación demuestra que el despliegue de buques y marines no es únicamente un gesto de presión estratégica: también produce resultados operativos concretos contra las redes que alimentan la inestabilidad regional.
El dilema del Caribe: narrativa de victoria o derrota estratégica.
La presión de Estados Unidos sobre Venezuela hoy se decide en dos tableros simultáneos: el de la historia que se contará y el de la coherencia entre medios y fines.
“Si Washington moviliza tropas y luego las retira, Maduro proclamará —como hizo Fidel en 1961— que derrotó al imperialismo. El problema no es solo militar: es la narrativa histórica.”
Sería algo tan burdo como el vídeo de más arriba. Esa es la presión que hoy tiene Trump y las Fuerzas de Tarea en el Caribe.
1. El riesgo narrativo
La batalla del relato está abierta. Un repliegue sin resultados sería usado como victoria “antiimperialista”, fijando en la memoria regional la idea de que la presión estadounidense fue neutralizada. En América Latina, los símbolos pesan tanto como los hechos.
2. El riesgo estratégico
La flota expedicionaria desplegada —de una magnitud inusual para el Caribe— no puede permanecer indefinidamente en aguas internacionales sin objetivos claros. Si no se traduce en una acción concreta, el gesto deja de ser disuasión para convertirse en fracaso y derrota estratégica.
3. El dilema de Washington
- Si actúa, asume costos políticos y militares de una intervención.
- Si no actúa, entrega a Maduro la narrativa de victoria y erosiona su credibilidad en la región.
El desenlace no depende solo del movimiento de buques o tropas, sino de transformar la fuerza desplegada en resultados coherentes. En el Caribe, historia y estrategia se escriben a la vez: perder una es, en la práctica, perder ambas.
Sube la presión en el Caribe.
Francia refuerza su presencia en Guadalupe y coordina acciones con EE. UU. contra redes de narcotráfico
- Despliegue francés en Guadalupe y Martinica: ampliación de OFAST (+13 investigadores), laboratorio balístico local y refuerzo de brigadas móviles y náuticas (Gourbeyre y Pointe-à-Pitre).
- Vigilancia reforzada: radares estratégicos, drones de patrulla y controles estrictos en aeropuertos y puertos (Gran Puerto Marítimo de Guadalupe y Fort-de-France, Martinica).
- Coordinación internacional: alineado con el despliegue de EE. UU. en el Caribe para interdicción marítima y corte de rutas hacia Europa.
- Contexto operativo: EE. UU. reanudó el avance del Grupo Anfibio Iwo Jima y destructores tras el huracán Erin.
- Objetivo: presionar a redes vinculadas al “Cartel de los Soles” y reducir el flujo ilícito regional.
¡ÚLTIMO MINUTO! — Señales de presión sobre Caracas.
Lunes 25 de agosto — actualización express para el seguimiento de la crisis.
🔴 ¡Liberan a 13 presos políticos!
En medio de la escalada regional, el régimen excarcela a 13 opositores —entre ellos, figuras como figuras como Américo de Grazia y Pedro Guanipa— mientras otros cinco pasaron a arresto domiciliario.
¡La presión comienza a hacer efecto!
Movimiento reactivo: gesto para ganar oxígeno internacional sin resolver el fondo.
Sin embargo las ONG recuerdan que siguen cientos de presos por razones políticas.
Se estima que aún permanecen privados de libertad entre 800 y 1.000 venezolanos por motivos políticos.
Lectura: una señal táctica ante la presión combinada —diplomática, económica y militar— que rodea a Caracas.
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Trinidad y Tobago se alinea con EE. UU.; el ALBA cierra filas con Maduro.
Y Chile, Ecuador y Colombia… guardan silencio.
Giro regional en el Caribe: Trinidad y Tobago apoya el despliegue estadounidense contra los cárteles y ofrece respaldo si el régimen de Maduro escala contra Guyana. El ALBA-TCP responde con un apoyo férreo a Caracas (Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia, Antigua y Barbuda, Dominica, San Vicente y las Granadinas, Granada y Santa Lucía). Silencio de gobiernos que antes padecieron la injerencia bolivariana: Chile, Ecuador y Colombia.
- Trinidad y Tobago: respaldo abierto a la acción de EE. UU. y apoyo ante una eventual agresión venezolana a Guyana. Fuente 1 · Fuente 2
- ALBA-TCP: rechazo al “despliegue gringo” y respaldo total a Maduro (Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia, Antigua y Barbuda, Dominica, San Vicente y las Granadinas, Granada y Santa Lucía). Más info
- La pregunta incómoda: ¿dónde están hoy las voces de Chile, Ecuador y Colombia tras años de operaciones e injerencias del narco-Estado bolivariano?
Alerta: el tablero regional se mueve ahora. Entre narco-política, alianzas y silencios, América mira al Caribe… y el Caribe nos está mirando.
Caribe en tensión: ¿Disuasión o Reconocimiento en Fuerza?
Comentario actualizado – Domingo 24 de agosto.
La presencia de una flota expedicionaria de guerra de magnitud jamás vista en el Caribe ha desatado interpretaciones diversas. Algunos analistas la consideran un simple ejercicio de disuasión, pero desde mi perspectiva, si no llega a emplearse en una acción concreta, será percibida como un fracaso y una derrota. Una fuerza de este tamaño no puede permanecer indefinidamente en aguas internacionales sin objetivos claros.
Mientras tanto, Venezuela no cambia su situación interna: Maduro sigue en el poder, los carteles continúan operando, y la narrativa oficialista presenta el despliegue como un intento fallido de intimidación. Mientras los buques se mantengan fuera de aguas territoriales, nada esencial cambiará para Caracas.
Distinto sería si esta maniobra formara parte de un Reconocimiento en Fuerza, es decir, un despliegue deliberado para observar la reacción de Venezuela, de sus aliados estratégicos y de los organismos internacionales. Este enfoque tendría lógica militar, pero también conlleva riesgos: la inteligencia cubana y venezolana podría anticipar la jugada y optar por no mover un solo batallón, neutralizando así el objetivo del reconocimiento. Quizás sea algo de cada uno, o solo una Demostración de Fuerza, (Show of Force).
El factor atmosférico no puede subestimarse. Septiembre es el mes de mayor presencia de huracanes en el Caribe, y cualquier operación naval prevista deberá enfrentarse a ese condicionante. En la práctica, esto significa que la disuasión o el reconocimiento en fuerza tendrán una ventana corta: unas semanas antes de que la temporada de huracanes obligue a reposicionar las unidades.
🌪️ La ruta típica de los huracanes en el Caribe
Este mapa —basado en los registros históricos de la NOAA/NHC— muestra las trayectorias más frecuentes de los huracanes en el Caribe. La mayoría se forman en el Atlántico oriental, atraviesan las Antillas Menores y cruzan hacia el Caribe central, desviándose luego hacia el Golfo de México o el Atlántico norte. Septiembre concentra los huracanes más poderosos, lo que añade una presión temporal estratégica sobre la operación naval actual.
- Inicio de temporada (jun–jul): tormentas en Atlántico central o Golfo, con trayectorias cortas.
- Mayor Intensidad (ago–sep): formación en el este del Caribe, avanzando hacia Cuba, Yucatán o Florida.
- Final (oct–nov): huracanes en el Caribe occidental que giran hacia el norte.
En conclusión, el Caribe no solo enfrenta tormentas naturales, sino también la tormenta geopolítica que representa la flota estadounidense. El tiempo corre, y la ventana para transformar esta presencia naval en algo más que un gesto simbólico es cada vez más estrecha.
Justamente, la presencia del huracán Erin, retrasó el movimiento de las naves de guerra de Estados Unidos al mar del Caribe, frente a Venezuela.
---------------------------------------La escalada de la crisis: el Caribe como tablero de poder.
Una crisis que no se detiene. (Información actualizada al sábado 23 de agosto de 2025).
Lo que comenzó como un despliegue naval bajo el argumento de “combatir el narcotráfico” se ha transformado en una escalada visible de la crisis.
En el Caribe no se encuentran simples patrulleros. Hoy navegan tres destructores de guerra de alta tecnología, un buque de asalto anfibio con aeronaves y tropas listas para desembarcar en cualquier punto de la costa, y un submarino nuclear de ataque que opera en sigilo. En total, más de 4.000 marinos e infantes de Marina conforman esta fuerza expedicionaria. No es un despliegue menor: es una escuadra de combate con objetivos claros.
La respuesta de Nicolás Maduro no tardó en llegar: movilizar 4,5 millones de milicianos. Pero esas fuerzas, sin equipamiento ni entrenamiento real, no son más que carne de cañón, incapaces de enfrentar a Marines profesionales.
Cuba denunció de inmediato una amenaza a la soberanía regional, mientras Caracas busca proyectar fortaleza interna. Lo más revelador, sin embargo, es el silencio de Rusia, China e Irán, aliados históricos de Venezuela.
Una escuadra de combate, no de paseo
Conviene ser claros: esta escuadra no se despliega para un picnic. Cada unidad tiene un propósito definido y, juntas, constituyen una capacidad expedicionaria lista para actuar.
1) USS Iwo Jima (LHD-7)
Tipo: Buque de asalto anfibio clase Wasp (portahelicópteros y “portaaviones anfibio”).
Capacidades: Puede transportar hasta 1.200 infantes de Marina con vehículos, helicópteros, convertiplanos V-22 Osprey
y aviones de despegue corto y aterrizaje vertical (F-35B).
Dispone además, de dique inundable para lanzar lanchas de desembarco.
Función: Es la plataforma central de desembarco y puente entre el mar y la tierra.
2) USS Gravely (DDG-107)
Tipo: Destructor de misiles guiados.
Capacidades: Defensa antiaérea y antimisil, radares de gran alcance y misiles de ataque de largo alcance.
Función: Escudo frente a aviones, misiles y submarinos; también puede atacar objetivos en tierra.
3) USS Jason Dunham (DDG-109).
Tipo: Destructor de misiles guiados, gemelo operacional del Gravely.
Capacidades y función: Cobertura antiaérea, antisubmarina y capacidad de ataque terrestre; integra el escudo que protege al grupo anfibio y a las tropas transportadas.
4) USS Sampson (DDG-102)
Tipo: Destructor de la misma familia de combate.
Capacidades: Radar de largo alcance, misiles de defensa y ataque.
Función: Aporta vigilancia, intercepción y golpe de precisión; completa la “burbuja” de protección de la escuadra.
5) Submarino de ataque nuclear (tipo clase Virginia)
Nombre: No ha sido revelado oficialmente.
Capacidades: Operación en sigilo, recogida de inteligencia bajo el agua, guerra antisubmarina y posibilidad de lanzar misiles de crucero contra objetivos en tierra.
Función: Añade la dimensión invisible del poder naval: vigilancia secreta y disuasión creíble.
6) USNS Comfort (T-AH-20) — Presencia dual. Buque Hospital que no es parte de la flota, pero que se encuenta en el Caribe. De sumarse directamente, haría más creible la Estratregia de Disuasión.
Tipo: Buque hospital clase Mercy.
Capacidades: Más de 1.000 camas, quirófanos y personal médico militar y civil.
Rol actual: En la misión humanitaria Continuing Promise 2025, paralela al despliegue militar (no integrada a la escuadra de combate). Muestra la “presencia dual” de EE. UU.: poder militar y diplomacia humanitaria.
El factor invisible: el submarino y lo que dicen en EE. UU.
Al paquete de destructores y al buque anfibio se suma un submarino de ataque nuclear cuyo nombre no ha sido divulgado. Medios y analistas de defensa en Estados Unidos coinciden en que este componente subacuático eleva la presión: permite inteligencia, vigilancia y reconocimiento encubiertos, y mantiene sobre la mesa un golpe de precisión desde el mar si fuese necesario.
- Wall Street Journal: lectura de señal estratégica y coercitiva más que preludio de invasión.
- Reuters: destaca la naturaleza multicapa del despliegue: destructores, fuerza anfibia, aviones de patrulla marítima y submarino.
- Task & Purpose: subraya que es la primera vez desde diciembre que un grupo anfibio con infantes de Marina embarcados se dirige al Caribe.
- Analistas navales (EE. UU.): el paquete maximiza vigilancia, negación marítima y presión psicológica; deja abiertas opciones sin anunciar una invasión.
De la diplomacia de cañonero a la “Just Cause”.
Este despliegue recuerda a Operación Just Cause (1989, Panamá), cuando EE. UU. empleó fuerzas anfibias y especiales para capturar a Manuel Noriega. Entonces el pretexto fue el narcotráfico; hoy, con Maduro señalado por narcoterrorismo, la similitud es evidente: proyección rápida de fuerza, objetivos concretos y mensaje de hegemonía regional.
La escalada de la crisis en clave contemporánea.
En el siglo XXI, el poder se mide más allá de los cañones:
- Geoeconomía: control de rutas marítimas (Caribe–Golfo–Canal de Panamá), protección de cadenas logísticas y energía; la presencia naval reduce el riesgo para el comercio propio y lo encarece para el adversario.
- Noopolitik: la batalla del relato. Washington enmarca el despliegue como lucha contra el narcotráfico; Caracas habla de “defensa soberana”. El silencio de Moscú, Pekín y Teherán inclina la percepción internacional a favor de EE. UU.
Paso a paso: cómo escala la crisis.
- EE. UU. despliega destructores, submarino y un buque anfibio bajo narrativa antidrogas.
- Maduro moviliza millones de milicianos; sin armas ni adiestramiento real, son carne de cañón frente a Marines profesionales.
- Cuba denuncia una amenaza a la soberanía, reforzando el relato antiimperialista.
- Rusia, China e Irán callan, dejando aislada a Caracas.
- El riesgo aumenta: cualquier roce en mar o aire puede derivar en un incidente de consecuencias imprevisibles.
El mapa de presencias de EE. UU. en el Caribe.
- Guantánamo, Cuba: base naval estratégica (apoyo logístico, interdicción marítima).
- Puerto Rico: instalaciones aéreas y navales; plataforma de radar e inteligencia.
- Soto Cano, Honduras: base aérea con helicópteros y fuerzas conjuntas de respuesta rápida.
- Bahamas y Belice: destacamentos y cooperación antinarcóticos.
- Trinidad y Tobago; Panamá: acuerdos de acceso y apoyo logístico.
Traducción estratégica: Washington puede cercar el Caribe con puntos de apoyo, reforzando este despliegue frente a Venezuela.
Presencia dual: el buque hospital.
En paralelo, el USNS Comfort (T-AH-20) recorre la región en la misión humanitaria Continuing Promise 2025 (sin vínculo operativo con la escuadra de combate). Esta dualidad —poder duro y diplomacia humanitaria— forma parte del repertorio habitual de EE. UU. en el hemisferio.
Voces influyentes.
Almirante (ret.) James Stavridis, ex jefe del Comando Sur y de la OTAN, ha calificado a Guantánamo como una “anomalía geopolítica” y recuerda que la presencia militar de EE. UU. en el Caribe no es coyuntural, sino estructural. Mientras existan enclaves y despliegues anfibios de este calibre, ningún régimen desafiante podrá disputarle la hegemonía regional.
Conclusión:
Estamos ante un capítulo de diplomacia de cañonero adaptada al siglo XXI, respaldada por geoeconomía y noopolitik. No hay señales de invasión inmediata, pero sí de una escalada de la crisis que recuerda a Panamá en 1989: el pretexto fue el narcotráfico y el resultado, un cambio de régimen. La pregunta ya no es si habrá intervención, sino qué tan cerca estamos de otra “Just Cause” en América Latina… y qué hará Maduro cuando intente sacar a sus operadores del Cártel de los Soles hacia Cuba.
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"TÚ MANDAS ALLÁ, YO MANDO ACÁ".
🇺🇸 Del Yalta del siglo XX al “Panamá” del siglo XXI.(Información actualizada al 20 de agosto de 2025).
Estados Unidos ha vuelto a mover su flota hacia el Caribe, con la justificación de siempre: combatir el narcotráfico. Pero cualquiera que tenga un mínimo de memoria histórica sabe que tres destructores Aegis y un submarino nuclear no se envían para atrapar lanchas rápidas. Eso es solo el envoltorio narrativo. Lo que está en juego es geopolítica, disuasión y poder real.
En estos días, Trump se reunió con Putin en Alaska para hablar de Ucrania. Al menos eso fue lo que dijeron. Pero la ausencia de Zelenski en la mesa abre la duda legítima: ¿se trató solo de Ucrania o de algo más profundo, un nuevo reparto de esferas de influencia?
📖 Yalta: cuando el mundo se repartía en mesas cerradas.
En 1945, Roosevelt, Churchill y Stalin se reunieron en Yalta, Crimea. Oficialmente planificaban el fin de la guerra y la paz. En la práctica, se repartieron el mundo en zonas de influencia. Europa del Este quedó bajo control soviético, Occidente bajo tutela estadounidense y británica. Los pueblos afectados no fueron consultados: el destino se decidió en una mesa reducida. Hoy, Alaska podría ser un “Yalta reducido”: Estados Unidos y Rusia conversando de tú a tú, mientras Europa y Ucrania quedan como espectadores.
🇵🇦 Panamá: el libreto que se repite.
La comparación inmediata en América Latina es Panamá en 1989. El argumento fue el narcotráfico y la democracia, pero el objetivo real era sacar a Noriega y asegurar el Canal. Ahora, con Venezuela, se repite el libreto: pretexto de drogas, despliegue masivo de poder naval y fuerzas especiales que nadie anuncia, pero todos saben que están. ¿Es casualidad que EE.UU. haya duplicado la recompensa por la captura de Maduro?
⚓ La disuasión que se vuelve amenaza.
La disuasión solo funciona si es creíble. Y cuando Washington mueve barcos de guerra y submarinos, lo que está diciendo es que no solo puede presionar, también puede actuar. Exactamente igual que en Panamá.
📌 Conclusión
La historia tiene un patrón que se repite: un relato oficial para la prensa y la opinión pública, y un objetivo real que es geopolítico. En Yalta fue el reparto del mundo, en Panamá la captura de un líder incómodo, y en el Caribe de hoy la señal es la misma: Estados Unidos está dispuesto a usar su poder para defender sus intereses estratégicos.
La pregunta es si estamos viendo una reedición de ambas lecciones históricas:
– Un “Yalta en miniatura” donde Trump y Putin se insinúan como árbitros del tablero global.
– Y un “nuevo Panamá”, donde el verdadero objetivo no es el narcotráfico,
sino la cabeza política de Maduro y la reafirmación del dominio estadounidense en el hemisferio.
fuera Maduro !!!
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