EL VOTO DEL MUNDO MILITAR.

¿Por qué el mundo militar, activos y en retiro, votarían por un Kast, un Kaiser o una Matthei?

El mundo militar, en innumerables oportunidades, ha sido traicionado, perseguido y abandonado por un sistema político y judicial que desecha el honor, distorsiona el derecho, manipula la historia y castiga a quienes cumplieron con su deber. Hoy, la desconfianza en la cuestionada injusticia se ha institucionalizado mediante montajes mediáticos, testimonios falsos y la reapertura arbitraria de causas, aplicando retroactivamente leyes que no existían en el momento de los hechos y negando beneficios carcelarios en clara violación al principio de "nullum crimen, nulla poena sine lege" (Sin Ley, no hay crimen).

Ante este escenario, la pregunta no es si Kast, Kaiser o Matthei, merecen el voto militar, sino qué han ofrecido públicamente para corregir estas injusticias.

El engaño de Piñera y la traición de la derecha "tradicional":

La historia reciente ha demostrado que el mundo militar no puede confiar en palabras bonitas ni promesas de campaña. Un ejemplo claro es lo que ocurrió con Sebastián Piñera, quien, en 2009, se reunió con miembros de las Fuerzas Armadas y de Orden en el Club Español cuando era candidato presidencial.

En esa reunión, hizo una serie de promesas y garantías, asegurando que no permitiría la persecución injusta contra exuniformados.

No solo no cumplió, sino que, ya en el poder, mantuvo la política de persecución judicial, permitiendo la reapertura de múltiples causas y consolidando el trato discriminatorio contra los exmilitares.


Este engaño no puede repetirse.


Lo que Kast y Kaiser deben responder públicamente:

Si realmente aspiran al voto militar, deben comprometerse clara y públicamente en los siguientes puntos:

1️⃣ Investigación y sanción de la prevaricación judicial

¿Se comprometerán a crear una comisión independiente para revisar los fallos con sesgo ideológico contra exuniformados?

¿Buscarán sanciones reales contra jueces y fiscales que han violado principios básicos del derecho en su ensañamiento político?


2️⃣ Justicia para los inocentes y castigo a los falsos testigos

¿Revisarán testimonios falsos y pruebas fabricadas, y aplicarán sanciones a quienes mintieron para obtener condenas injustas?

¿Promoverán una legislación que penalice con cárcel efectiva la fabricación de pruebas en procesos judiciales?


3️⃣ Revisión de condenas injustas y reparación

¿Garantizarán que los exuniformados sean juzgados con las leyes vigentes en el momento de los hechos, eliminando la retroactividad ilegal?

¿Eliminarán la política de negar beneficios carcelarios solo por haber pertenecido a las Fuerzas Armadas?

¿Se comprometen a impulsar un proceso de reparación para las víctimas de esta persecución política y sus familias?


Evelyn Matthei: La continuidad de Piñera y la derecha que traiciona al mundo militar.

Evelyn Matthei se perfila como otra candidata presidencial que representa la continuidad de Sebastián Piñera y esa derecha tradicional que solo ve en el mundo militar a nobles ilusos que pueden ser engañados y utilizados una y otra vez. Su trayectoria está marcada por contradicciones y un oportunismo político que no puede pasar desapercibido para quienes buscan justicia y coherencia.

Es la misma que, en los años 90, se lanzó ferozmente contra Piñera en el escándalo de la "Radio Kioto", acusándolo de una maniobra de espionaje en su contra, solo para luego alinearse con él cuando le convino políticamente. 


Es la misma que justificó la adhesión de su padre, el general Fernando Matthei, a la Junta de Gobierno Militar argumentando que, de no haberlo hecho, "podría haber muerto", una declaración aberrante que redujo una decisión política y militar a un conveniente relato para sus ambiciones políticas.


Es también la misma que, en los años de Pinochet, se colgaba de su cuello con entusiasmo y lo defendía fervientemente tras su detención en Londres, solo para luego renegar de él una y otra vez cuando el clima político lo demandaba. Su discurso se ha acomodado a conveniencia, pero lo que nunca ha cambiado es su falta de compromiso con la justicia para los militares perseguidos.

Matthei representa la opción de quienes creen que el mundo militar debe, una vez más, "hacer de tripas corazón" y entregarle su voto solo por el bien de Chile, pero no por la verdadera justicia para sus camaradas perseguidos, en su gran mayoría víctimas de una venganza política más que de una verdadera búsqueda de justicia. ¿Cuántas veces más el mundo militar deberá resignarse a ser utilizado como un simple peldaño electoral para aquellos que, una vez en el poder, los abandonan a su suerte?

El voto militar debe exigir respuestas, no solo discursos:

Si Kast y Kaiser realmente buscan el respaldo del mundo militar, deben responder públicamente a estas preguntas. No basta con reuniones privadas ni con promesas ambiguas. La traición de Piñera y la complicidad de la derecha tradicional han dejado claro que el voto militar ya no puede darse a cambio de palabras vacías.

El 2025 es una oportunidad para cambiar el rumbo, pero esta vez, no será con la ingenuidad del pasado.


OTROS ANTECEDENTES:

"EL LIBERO": EL VOTO MILITAR.

"EL PERIODISTA": EL VOTO MILITAR.

"EL MOSTRADOR": ¿POR QUÉ LOS PRESOS PUEDEN VOTAR Y LOS MILITARES NO?

"PRENSA LOCAL": VOTO MILITAR.

ONG CREN: "¿POR QUÉ LOS PRESOS PUEDEN VOTAR Y LOS MILITARES NO?

El Voto Militar: Existencia, unidad y condiciones para 2025.

El llamado "voto militar" no es un bloque monolítico ni institucionalizado, pero existe una tendencia electoral identificable entre miembros activos y retirados de las Fuerzas Armadas y de Orden, así como entre sus familias y quienes valoran su rol en la sociedad. Sin embargo, este sector no siempre se moviliza de manera unificada ni cuenta con una estructura que lo respalde explícitamente, lo que ha dificultado su impacto en los procesos electorales.

Es difícil cuantificar con precisión su magnitud, ya que los votos no se desglosan por sector. Se estima que hay alrededor de 130,000 uniformados activos y más de 200,000 exuniformados con derecho a voto, sin considerar a sus familias ni a civiles afines a estas instituciones. Si bien el número de votantes potenciales podría ser significativo, su impacto real dependerá del contexto político, el grado de movilización y la existencia de candidatos que los representen de manera efectiva.

En términos generales, aunque algunos cálculos sugieren que este voto podría alcanzar entre el 10% y el 15% del electorado, estas cifras deben tomarse con cautela. No todos los uniformados ni sus familias votan en bloque, y muchos exuniformados han estado históricamente desmovilizados en términos electorales. Sin embargo, si lograra estructurarse y consolidarse, podría convertirse en un sector electoral clave en futuras elecciones.

Exigimos a los políticos unidad y coherencia, pero nosotros mismos seguimos actuando dispersos, con esfuerzos aislados que, aunque valiosos, no logran incidir de manera efectiva en el debate público ni en las decisiones que nos afectan. No se trata de organizar nada nuevo, ni de crear estructuras adicionales, sino simplemente de unirnos, por esta única vez, con un solo objetivo: demostrar que el voto militar existe y que puede ser decisivo.

Hay organizaciones y personas que han trabajado incansablemente por defender nuestros derechos, visibilizar injusticias y reivindicar nuestro legado. Pero la falta de coordinación en una acción electoral concreta nos ha impedido marcar presencia política real. No se pide cambiar el funcionamiento de ninguna organización ya existente, ni forzar adhesiones permanentes o solicitar financiamiento, solo actuar en conjunto en este proceso electoral. Cada uno por su lado no logrará nada. Si no lo hacemos ahora, seguiremos siendo ignorados por quienes toman las decisiones.

La fragmentación solo nos debilita. Por esta única vez, enfrentemos juntos el proceso electoral con un mensaje claro y una dirección definida. No podemos seguir dejando que otros decidan por nosotros. Este es el momento de demostrar que el voto militar existe y que no es un mito, sino una realidad que puede cambiar el rumbo del país.

Pero para que esta unidad tenga un propósito real y no sea solo un acto simbólico, es fundamental que nuestro voto tenga exigencias claras y no se entregue gratuitamente. El voto militar debe ser una herramienta legítima de presión democrática, orientada a garantizar justicia, verdad y el respeto a nuestros derechos.

"Nullum crimen, nulla poena sine lege": Justicia y las exigencias del Voto Militar a los Candidatos.

El término jurídico "nullum crimen, nulla poena sine lege" establece que nadie puede ser condenado por un acto que no era delito en el momento en que se cometió, ni recibir una pena que no estuviera prevista por la ley vigente en ese momento. Este principio es un pilar de cualquier sistema judicial justo y se encuentra consagrado en la Constitución chilena y tratados internacionales. Sin embargo, en muchos casos relacionados con exuniformados, este principio ha sido ignorado, violando no solo derechos fundamentales, sino también la esencia misma del Estado de Derecho.

Por eso, el voto militar debe condicionarse a compromisos concretos de los candidatos presidenciales para corregir estas injusticias. No se trata de negociar o mendigar sino de exigir.

A. ¿Qué debiera exigir el voto militar a los candidatos?

1. Respeto absoluto al principio de legalidad:

Revisión de condenas: Los candidatos deben comprometerse a revisar todas las sentencias en las que se haya violado el principio "nullum crimen, nulla poena sine lege", ya sea por retroactividad penal, aplicación de ficciones jurídicas o ignorancia de la prescripción.

Garantizar procesos justos: Implementar medidas para que el sistema judicial actúe conforme a este principio, asegurando que ninguna persona sea condenada sin una base legal sólida.

2. Detención domiciliaria para mayores de 75 años:

Humanidad y proporcionalidad: Todo candidato que aspire al respaldo del voto militar debe comprometerse a permitir que los exuniformados mayores de 75 años cumplan sus condenas en sus hogares, en reconocimiento de su edad y estado de salud.

Compromiso público: Garantizar esta medida como parte de su programa de gobierno y establecer plazos claros para su implementación.

3. Revisión de juicios realizados bajo sistemas judiciales obsoletos:

Anulación de casos injustos: Revisar todos los juicios realizados bajo el sistema inquisitivo anterior a 2005 y permitir que los acusados tengan acceso a nuevos procesos bajo el sistema acusatorio actual.

Auditoría judicial: Promover una revisión exhaustiva de las prácticas judiciales aplicadas en esos juicios.

4. Aplicación plena de los derechos humanos a los detenidos:

Condiciones dignas: Garantizar que los exuniformados detenidos reciban el mismo trato que cualquier otro ciudadano, con acceso a atención médica adecuada, condiciones de reclusión dignas y respeto por su integridad.

No discriminación: Exigir que los derechos humanos no sean utilizados como herramienta ideológica y se apliquen sin sesgos ni excepciones.

5. Investigación de irregularidades judiciales:

Prevaricación: Los candidatos deben comprometerse a abrir investigaciones contra jueces y fiscales que hayan dictado resoluciones injustas, ignorado pruebas de la defensa o reabierto casos ya juzgados.

Rendición de cuentas: Establecer mecanismos para evaluar y sancionar prácticas judiciales irregulares, garantizando transparencia en el sistema.

6. Perseguir y sancionar a testigos falsos, fabricación de pruebas y abogados corruptos:

Justicia para los inocentes: Exigir investigaciones exhaustivas y sanciones ejemplares contra quienes han presentado declaraciones falsas o fabricado pruebas para incriminar a exuniformados injustamente.

Compromiso con la verdad y el debido proceso: Garantizar que aquellos que han manipulado la justicia, incluyendo abogados que construyeron y apoyaron relatos falsos, sean perseguidos, investigados y castigados con todo el rigor de la ley. Muchos de estos profesionales han cometido un crimen atroz, copiando burdamente relatos, cambiando nombres y fechas para armar falsas historias con el único objetivo de condenar a inocentes.

Gravedad del crimen: Lo que han hecho no es solo una falta ética o un abuso del sistema, sino un delito grave contra la justicia y la dignidad de personas inocentes. Han perseguido a ciudadanos sin pruebas reales, han destruido su prestigio y arruinado sus vidas, amplificando la mentira a través de redes sociales con consecuencias irreparables. Es imperativo que quienes han usado el aparato judicial como un instrumento de persecución política o ideológica enfrenten las más severas sanciones.

Tribunales especializados y reparación económica: Es necesario establecer tribunales dedicados exclusivamente a recibir denuncias sobre falsos testimonios, fabricación de pruebas y persecuciones judiciales orquestadas. Estos tribunales deberán no solo sancionar a los responsables, sino también otorgar reparaciones económicas y morales a los exuniformados que han sido víctimas de este crimen, compensando los enormes costos de defensa que han debido asumir y restaurando su honra pública.

Este compromiso no es negociable: la justicia no puede seguir siendo utilizada como un arma de venganza ideológica.

7. Reforma o eliminacion del INDH y Políticas de DD.HH.: 

Auditoría profunda al INDH para determinar si su actuación ha sido imparcial y comprobar si es conveniente su existencia por falta de imparcialidad en la defensa de derechos humanos. Por el contrario, asegurar la existencia  de un organismo que incluya a víctimas uniformadas y civiles de la violencia terrorista en el pasado, actualidad y futuro.

8. Establecimiento de una verdad completa e imparcial:

Crear una organización completamente imparcial, para establecer una memoria justa y equitativa, que no oculte ni privilegie ninguna versión de la historia y que ayude a sanar las divisiones en la sociedad chilena.

9. Asegurar el derecho a voto:

Actualmente en Chile hasta los presos pueden votar, no así los integrantes de las Fuerzas Armadas y de Orden, que por estar movilizados en la Protección de Fronteras, en la Macrozona Sur o durante los Períodos Eleccionarios, no lo pueden hacer porque la Ley de Elecciones les exige que deben hacerlo en la mesa en la cual están inscritos. Esto es algo que se debe corregir en beneficio de la democracia y sus derechos como ciudadanos.

B. Sin compromisos claros, no hay voto militar.

El voto militar es una herramienta legítima de presión democrática y no será entregado a ningún candidato que no asuma un compromiso público, claro y verificable con estas demandas. Los exuniformados y sus familias exigen:

1. Garantías legales concretas: Que las medidas mencionadas sean parte oficial del programa de gobierno de los candidatos.

2. Plazos y mecanismos de cumplimiento: Que los compromisos se traduzcan en acciones concretas dentro de los primeros años de mandato.

3. Transparencia y seguimiento: Que se establezcan mecanismos para monitorear el cumplimiento de estas promesas.

C. Justicia y reconciliación:

Estas exigencias no buscan eximir a nadie de la responsabilidad a quienes hayan cometido delitos probados, sino garantizar que los principios de legalidad, justicia y derechos humanos sean respetados para todos, incluyendo a los exuniformados que sirvieron al país. Menos aún se pretende una justicia pendular y que se cargue a otro extremo. Muy por el contrario, se busca la justa y total imparcialidad.

El voto militar no es un regalo. Es una exigencia legítima que demanda justicia real y respeto. Los candidatos que aspiren a este respaldo deben demostrar que están dispuestos a construir un Chile justo, reconciliado y basado en el derecho. Sin estas garantías, no debiera haber voto militar.


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