POLÍTICOS VERSUS PATRIOTAS.
Ya está más que claro que los Partidos Políticos están en total descrédito. Sean estos los tradicionales o los otros, esos tan difíciles de encasillar en una ideología política y que, para sobrevivir, todos los días se cambian el nombre o se diluyen en penosas y diferentes alianzas.
De la izquierda tradicional, ni hablar. Totalmente desarticulada y peleándose las migajas. La derecha, un desastre, bajo cuya tienda —tras el vacío de poder y liderazgo— cualquier cosa puede suceder. El desbande ya comenzó.
En
la otra vereda, más de 7 millones de habitantes, que no votan, desencantados,
desconfiados y aburridos de los partidos políticos. ¿La verdad?: ¡hastiados! No
quieren saber nada de aquellos y menos, de sus corruptos procedimientos para
alcanzar y mantenerse en el poder. Cúpulas políticas que, para el logro de sus
intereses personales, nuevamente han secuestrado a la democracia, burlándose de
sus escasos seguidores y simpatizantes.
Recordemos que, de 14.855.719 chilenos en condiciones de sufragar
en Chile, para el Plebiscito del 25 de octubre, 7.562.173 concurrieron a las
urnas, es decir el 50% del Padrón Electoral. De esos casi 15 millones de
chilenos en condiciones de sufragar, solo 889.219 están inscrito en un Partido
Político. Es decir, menos de un millón de personas, cada 4 años, decide que
es mejor (o peor) para los casi 20 millones de chilenos. Redondeando en
porcentajes, 96 chilenos son independientes y solo un 4% está afiliado a un
Partido Político. ¿Les quedó claro? Esto es sin llorar. No pretendamos que
vamos a cambiar Chile, alegando a través de un WSP, un Twitter o en Facebook,
sin asistir a las urnas y sin pertenecer a un Partido Político.
Sobre estos últimos, ¿Sabe usted cual es el Partido Político con
más afiliados?, el Partido Socialista con más de 121.000 militantes, lo siguen la
Democracia Cristiana con más de 106.000 militantes, la UDI, con más de 99.000 y
el Partido Comunista, con más de 83.000.
Por lo mismo, es hora de pensar en Chile y olvidarnos de un gobierno
que ha exacerbado todos los conflictos sociales, no convenciendo ni a la
izquierda ni a la derecha. Solo nos queda echar mano al último recurso
nacional: los Patriotas. Aquellos que por sobre sus ideologías políticas y
diversidad étnica estén dispuestos a hacer una tregua para salvar a Chile. Esos
que aman su propia libertad y felicidad tanto como la de los demás chilenos.
Hombres
y mujeres con un mismo sueño común. Una patria donde no se perjudique a nuestras
familias y menos a nuestros hijos, aunque para ello debamos luchar contra el
Gobierno de turno, los partidos políticos, el Congreso o las leyes. “Una facultad y soberanía que tiene el
pueblo, cuando así lo juzgue conveniente”. (Aurora de Chile, del 22 de
octubre de 1812). Publicado hace más de 200 años, cuando aún no sabíamos de la
existencia de los Políticos y la incompatibilidad, de muchos de ellos, con la
democracia.
Christian
Slater Escanilla.
Presidente Provisional.
Patriotas por Chile.
Partido
Político en organización.
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