EL RECHAZO NO TIENE COLOR POLÍTICO
En febrero de este año 2022, entusiasmado con la posibilidad de UNIR los caminos de Partidos Políticos en organización que tienen ideas afines, escribí esta carta que les copio y adjunto y que fue publicada en algunos medios de comunicación. Aunque hoy, estoy alejado de toda iniciativa por unir partidos políticos, confirmo todo lo expresado en dicha carta y seguiré, aisladamente, trabajando en la misma dirección: impedir que una ideología totalitaria, criminal y traidora, como es el comunismo, se apodere de nuestra Patria, de la República de Chile.
Santiago de Chile, 20 de febrero de 2022.
En
respuesta a Cristián
Warnken Lihn:
EL RECHAZO
NO TIENE COLOR POLÍTICO.
“…los Patriotas también estamos disponibles,
pero si no logramos que la Convención Constituyente cambie el rumbo, entonces,
les adelantamos que seremos parte de las Fuerzas del Rechazo. Al mismo tiempo,
creo que no estamos dispuestos a apoyar una tercera vía para lograr un Pacto
Social...”
Concuerdo con quienes, potencialmente, se
pueden sumar al Rechazo del Plebiscito de Salida, una tarea intermedia que,
democráticamente y unidos, debiéramos asumir todos aquellos que creemos en la
libertad, el orden, la seguridad, el desarrollo, la chilenidad y la necesaria
existencia de una Nación unitaria y soberana, cohesionada y no dividida en
regiones, etnias, clanes, grupos o identidades diferentes. Todo ello, pese a las
legítimas diferencias que existen entre Patriotas, Republicanos, Derecha,
Izquierda, rojos, azules, amarillos, de oposición, de extremos, de la
resistencia, pinochetistas o del desaparecido centro político. Lo acepto,
porque nadie es igual a otro, pero sí creo, como está establecido en nuestra
Declaración de Principios, que podemos crecer con mayor equidad, con un fuerte
lazo en lo social y con una responsabilidad permanente por los más necesitados
y el Bien Común.
Dicho lo anterior, como Presidente del Partido
Político en organización “Patriotas por Chile”, que nació a la vida pública el
20 de agosto del 2019, (Diario Austral de Temuco de esa misma fecha) y que,
hasta el 3 de agosto del 2021, estuvo oficialmente inscrito en el en el Servel
como un Partido en Formación, no deja de llamarme la atención el movimiento
político de reciente creación, “Amarillos por Chile”. Primero por su
coincidencia con los Patriotas en que ponemos a Chile por delante, y segundo,
por su intención de “apoyar toda iniciativa que vaya en la dirección del equilibrio,
la mesura, el sentido común, el respeto irrestricto de la democracia (sin
apellidos), del Estado de Derecho, la libertad y también la promoción de los
derechos sociales, reformando tanto al mercado como al Estado”. Al
respecto, no me sumo a los ataques que hoy reciben. Al contrario, les
recomiendo y les sugiero que nos inviten a sus mesas de diálogo. Nosotros
tenemos una Declaración de Principios, una incipiente experiencia política al
participar con 19 Candidatos en las elecciones del 2021 y obtener, en ese
apoyo, más de 43.000 votos. Ustedes, por su parte, pertenecen a una élite
social, política, académica, económica con la posibilidad clara y cierta de tener
la visibilización en los Medios de Comunicación, tal como hoy ocurre. Patriotas
por Chile, humildemente, sólo es un puñado de Patriotas que no se siente de
ningún color político. Somos sólo sencillos ciudadanos independientes que, con
gran valentía y, exclusivamente por la vía democrática, queremos impedir que
Chile sea destruido por el Comunismo y la izquierda extrema. Lo decimos así,
porque no somos tímidos ni cobardes. Somos directos y tremendamente
respetuosos. No avalamos ni las amenazas ni las groserías, porque también –tal
como como está en nuestra Declaración de Principios– queremos recuperar el buen
vocabulario, el respeto y la deferencia, propia de una buena educación. Tampoco
somos pacatos, sabemos comportarnos de acuerdo a las circunstancias. Por lo
mismo, no nos gustan los bravucones, los pachoteros o los prepotentes. Nos
gusta Chile y su gente. Su diversidad de culturas, etnias, climas y regiones.
Creemos que es justamente, esa loca geografía y los embates de la naturaleza,
lo que nos une y nos hace únicos bajo la sombra de una misma bandera.
Pese a que nacimos a la vida pública en agosto
del 2019 y que nos adelantamos a afirmar, en ese entonces, el desastre
político, social y económico que llevaría a Chile al abismo, no logramos
constituirnos oficialmente en un Partido Político, pero este año, uniendo otras
fuerzas y muy probablemente con otro nombre, daremos la pelea democrática en
las redes, en los medios de comunicación social y en la urnas, para lograr –de
ser necesario– el Rechazo de la nueva Constitución en el Plebiscito de Salida y
para constituirnos como una nueva Fuerza Política.
Al contrario de lo que proclama la Élite
Amarilla, en el sentido de apoyar el trabajo de la Convención, nosotros nunca
hemos creído en la Convención Constituyente, tampoco aprobamos su existencia.
Hoy, una tirana mayoría de los Constituyentes, acallando y vetando a los que
piensan distinto a ellos, avanza sin tranzar, y no creemos –porque no somos de
ningún color político– que la Convención Constituyente vaya a cambiar su rumbo.
El que, por demás, nunca ha perdido.
Donde los amarillos aún ven equilibrio,
nosotros solo vemos paroxismo, donde ellos ven mesura, nosotros vemos concupiscencia, donde ellos ven sentido común, nosotros vemos
sentido particular, donde ellos ven el respeto irrestricto de la democracia,
nosotros vemos el ultraje de la democracia, donde ellos ven el Estado de
Derecho, nosotros vemos sumisión al caos y donde ellos ven libertad, nosotros
vemos sometimiento.
Insisto, por decirles lo que pienso, no quiere
decir que estoy contra ustedes, pero recojo el guante de lo que ustedes mismos
establecen es su proclama, ampliamente difundida (una sana envidia) por
Cristián Warnken Lihn, en diferentes Medios de Comunicación: “si podemos
servir a abrir diálogo, a romper muros, a generar conversaciones fluidas y a
aportar para que idealmente lleguemos a una Constitución que nos incluya a
todos, los amarillos estamos absolutamente disponibles”. Al respecto,
los Patriotas también estamos disponibles, pero si no logramos que la
Convención Constituyente cambie el rumbo, entonces, les adelantamos que seremos
parte de las Fuerzas del Rechazo. Al mismo tiempo, creo que no estamos
dispuestos a apoyar una tercera vía para lograr un “Pacto Social”. Uno murió,
porque la clase política y los que juraron defenderlo, no lo hicieron. Más bien
se sumaron a quienes se dedicaron a desmantelarlo. El otro, nació a punta de
amenazas, sin real representatividad, apoyados por quienes hoy están arrepentidos
y en manos de una tirana minoría que quiere refundar Chile, desmembrándolo,
dividiéndolo y enfrentándonos. Y ahora, nada bueno resultaría con una tercera
opción. Preferimos que todo vuelva a cero, que la actual Constitución sea de
transición y se sienten las bases democráticas para escribir una Constitución
de verdad. Incluso, considerando las escasas propuestas, realmente
democráticas, que levantó la Convención Constituyente. En resumen, un Rechazo
sin condiciones y muy alejado de lo que propone el señor Longueira.
Más de alguien, si es que ha tenido la
paciencia suficiente, a estas alturas de la lectura se preguntará quiénes son
esos Patriota, para “subirse por el chorro”. Buena pregunta. Justamente, como
ya lo adelanté, sólo somos chilenos independientes. No somos de ninguna élite,
de ningún partido político, de ningún centro de estudios o pensamiento, de
ningún color político, de ninguna religión en particular. No pertenecemos ni
representamos a ningún grupo social, económico, militar, étnico, de género,
académico, económico o empresarial, científico o poder fáctico. Simplemente
somos Patriotas que amamos Chile y somos tan diversos como la Patria misma y
nuestros únicos colores son el blanco, azul y rojo de nuestra bandera. Somos
obreros, mineros, gente de campo, huasos, mapuches, aimaras, transportistas,
ganaderos, agricultores, pequeños y medianos empresarios, gente de a pie, ricos
y pobres, profesionales, empleados, obreros y gerentes, patipelaos, gente de a
pie y ciudadanos en auto también, comerciantes y legales inmigrantes, y así,
decenas de rotos chilenos, (no flaytes) unos más cacharpeados que otros, otros
con más o menos estudios, pero que al final del día, nos ganamos lo que
tenemos, sólo con nuestro trabajo y amando profundamente a Chile.
En general, estamos alejado del poder y de las
élites. No tenemos redes de contactos ni amigos en la política. Vetados por una
gran mayoría de los Medios de Comunicación porque ni para salir en la
farándula, somos interesantes para ellos. Tampoco tenemos el dinero, ni la
opción, ni las ganas de dejar Chile. Aquí nacimos y aquí morimos.
Por lo mismo, recogemos el guante y le
agrademos a “Amarillos por Chile”, que nos den la oportunidad de acompañarlos a
participar con nuestras ideas. A que nos escuchen, a que nos inviten, a que nos
den un espacio de diálogo, a que tengamos la oportunidad, al igual que ustedes,
a salir en la prensa. ¡Esperamos la
invitación!
Christian Slater Escanilla.
Coronel de Ejército.
Ex Candidato a Diputado por el Distrito 11.
Ex Presidente de Patriotas por Chile.
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