LA REVOLUCIÓN CULTURAL.





Así es. Tal cual. La historia la escriben los ganadores, es decir los comunistas apoyados por la derecha amarilla que traicionó a 8 millones de chilenos. Mientras, una sociedad ilusa e ingenua, observa impávida como se reescribe la historia con la mano izquierda.

Es justamente el Partido Comunista, el Partido Político, más grande y económicamente el más poderoso de Chile, el que se ha adueñado de los enclaves que protegía la Constitución de 1980. Lo logró con el apoyo de los Gobiernos de la Concertación y con la alfombra roja que le tendió un derrotado y asustado, Sebastián Piñera.

Son justamente los comunistas los verdaderos ganadores. Unos pocos leones que fueron capaces de someter a millones de ovejas. Leones que astutamente engatusaron a cuanta minoría pudiese existir, se apoderaron del lenguaje y construyeron un relato atractivo para la mayoría de los ingenuos, ilusos y cada vez más ignorantes jóvenes. Reescribieron la historia y socavaron la educación pública. Capturaron los liceos y colegios emblemáticos con excelencia académica, infiltraron el poder judicial y, con un lenguaje inclusivo y de género, se adueñaron de las Universidades Tradicionales y de los Derechos Humanos. Hoy, hasta los pedófilos, con el apoyo de sus profesores guías y comité calificador, se pueden graduar como flamantes pedagogos. 

Una deconstrucción en manos de los Comunistas que avanzan lento pero seguros para destruir e intervenir, sutilmente, el último bastión que les pone freno a su revolución cultural: Las Fuerzas Armadas y de Orden. Las únicas que han sido capaces de recuperar la democracia, resucitarla y devolvérla a la ciudadanía. Algo que los políticos se encargan de destruir cada cierta cantidad de tiempo. Pero esta vez, no habrá una nueva intervención militar. La tarea es y deberá ser del Pueblo Soberano. De lo contrario estamos perdidos como Nación y República. 

Lamentablemente, no todo el Pueblo Soberano, logra comprender la importancia y el valor de su voto, que en democracia, es más efectivo que un tanque, un avión de combate o una fragata. Más aún, cuando una sinvergüenza y traidora casta política los convenció de que el 4 de septiembre, no sólo había ganado el Rechazo a un mamarracho de Constitución propuesta, sino que también, le habían entregado la potestad Soberana del Pueblo para que los políticos de izquierda y derecha se unieran y propusieran una nuevo Proceso Constituyente. Y así fue. Una vez más ganaron los Comunistas y ahí están preparando el nuevo engaño. Siguen avanzando y ganando tiempo. Logrando conquistar más territorio, con la ayuda de una derecha amarilla liderada por un ex integrante del Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR) que hoy dice ser de Centro Izquierda, lo cual le creo. Pero también creo que con ese tipo de líderes, similares a los amarillos Columnistas de "El Mercurio", en su mayoría Liberales de Izquierda, sólo seguimos dando todo tipo de facilidades para legalizar y justificar la Revolución Cultural de los Comunistas, iniciada el 18 de octubre del 2019. Solo es cosa de observar la condenable funa que sufrió uno de ellos. Un asalto a la República de Chile que sigue avanzando bajo el manto protector de un Gobierno que promete mucho pero nada hace. Es que los favores y los pactos con el diablo, se pagan. Un avance revolucionario en manos de los fachos de izquierda y que nada ni nadie, menos la justicia, les impide seguir avanzando hasta el logro de un éxito definitivo. 

Así las cosas los chilenos nuevamente se someterán a un millonario y traidor Proceso Constituyente y sus eventos, marcados por varias elecciones y un Plebiscito de Salida. Del Plebiscito de Entrada, ni hablar, no le es conveniente a sus oscuros y traidores objetivos. Nuevamente, los más ingenuos, votarán por los mismos integrantes y seguidores de Piñera, el verdadero líder en la sombra de Chile Vamos. Pero no sólo eso, también harán campañas por sus amarillos candidatos y jamás comprenderán que la solución es que, idealmente, todos los constituyentes, sean comunistas, de izquierda extrema o, idealmente, fachos de izquierda. De ser así, en diciembre de 2023 tendríamos un nuevo mamarracho fácil de derrotar en las urnas y no un mamarracho con posibilidades de aceptar, maquillado con entuertos y engaños difíciles de descubrir y que solo empoderará a la izquierda radical y nos conducirá directamente a un régimen totalitario de izquierda que, en ningún caso, nos hará estar mejor de lo peor que estamos ahora, porque tal como lo hemos visto desde el 2019, cada día estamos peor, totalmente indefensos y lejos, del orgullo de ser chilenos. 

Es cierto, quizás necesitamos una nueva Constitución, pero jamás debió ser impuesta por la fuerza y menos aún, cuando nunca fue una prioridad de las demandas sociales. Menos, cuando Chile y el mundo, están en una crisis política, social y económica que desestabiliza gravemente la seguridad y el desarrollo. 

Sin entender lo anterior, agreguemos una decena de líderes de cartón que actualmente cooperan a dividir aún más a los chilenos, creando nuevos partidos políticos, donde prima el egocentrismo personal y no el Bien Común y menos la Unidad. Una arena movediza que se tragará la ambición personal de sus líderes. Una fórmula que no es la adecuada para este grave momento. La fuerza para salvar hoy a Chile del comunismo y por la vía democrática, está en el voto del Pueblo Soberano hastiado de los traidores y no en la faraónica Casta Política, cuyas cúpulas velan por sus bolsillos personales y no por el Bien Común. 

Solo queda la verdadera reserva moral de Chile, me refiero a los ciudadanos sin color político, el pueblo soberano, los independientes, los chilenos libres, los Patriotas respetuosos de las tradiciones republicanas y de nuestras Fuerzas Armadas y de Orden, los que por la vía legal, constitucional y democrática quieren recuperar el orden y la seguridad. Son los únicos que, al igual que el 4 de septiembre, tienen la fuerza para no darle ninguna posibilidad a la izquierda y a la derecha amarilla. Una oportunidad para unir a Patriotas y Republicanos. 

Los políticos, culpables de la situación en que nos encontramos, deben pagar su traición, que le costará miles de millones de pesos a los chilenos. Dinero que se podría haber utilizado para solucionar la tragedia que afecta a 260 familias que lo perdieron todo en el mega incendio de Viña del Mar. Así y todo, sobraría dínero para abordar la solución de otras verdaderas y urgentes demandas sociales. 

Finalmente, si el Monumento al Genera Baquedano, ícono de esta revolución cultural, no regresa a su lugar de origen, será la más clara y simbólica señal de que perdimos la Batalla por salvar la República de Chile para no caer en un Estado Social de Derecho, que es el camino directo al Comunismo. 

Christian Slater Escanilla. 


Comentarios

  1. En su momento el pueblo agradecido lo puso en el lugar que merecía.
    Una minoría instrumentalizada por la extrema izquierda, demandó su retiro.
    Es hora que los chilenos recuperen el valor, alcen la voz y exijan que Baquedano regrese al lugar que le corresponde.

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  2. Ds acuerdo!! todos los patriotas tenemos q animarnos, es nuestro deber luchar por nuestras democracia sacarlo de las garras comunistas. Unidos alcemos

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  3. ¡ Comparto plenamente lo expresado por el Sr. Slater !🇨🇱🇨🇱🇨🇱🇨🇱🇨🇱🇨🇱🇨🇱

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