INOCENCIA DE NIÑO.

Escrita por

Mario Valdes Pezo

Tenia 10 años de edad y nunca voy a olvidar ese circo "Aguilas Humanas" del año 1967,  que levantó  carpa en un sitio eriazo de la calle Santa Maria, frente a la calle  Romulo Peña,  donde años mas tarde  se construiria el Liceo Nº 2 de Arica. Quería ir a ese circo "Aguilas Humanas" y logré juntar con mis trabajos en el hogar, el dinero suficiente para pagar la entrada de la tarde y me alcanzó para comprar hasta unas ricas palomitas de maiz que vendían en  el circo a los  espectadores. A las 3 de la tarde, comenzo la función y el primer acto, fue un payaso con un telescopio montado en un  tripode y en la otra mano tenia un tarro cuadrado, de esos antiguos tarros livianos que almacenaban la grasa de cerdo  que  usaban las mamás para cocinar y  hacer pan amasado. El payaso preguntó a la audiencia, que niño voluntario quiere ver las estrellas y puse atención,  por que gozaba viendo las estrellas desde el techo de mi casa en las noches,  a escondida de mi mamá, levanté mi mano y grité fuerte...yooo señor payaso, quiero ver las estrellas, entonces me dijo, niño ven a la pista y mira por el lente del telescopio y verás las  estrellas más lindas de tu vida, y yo con mi inocencia de niño,  creí todo y puse mi vista en ese lente y me olvidé del mundo, solo quería ver las estrellas, y pasaron 3 segundo sin ver nada y al  segundo siguiente  siento un golpe de tarro en mi cabeza, que fue mas ruido que dolor, y el payaso me pregunta,  niño, estas viendo las estrellas, mientras el público reía a carcajadas, lo que causo en mi, mucha indignación, no había dolor, nada de eso, tenía rabia,   yo queria ver las mismas estrellas que podía ver desde el techo de mi casa en ese barrio Santa María, pero mucho más cercanas, pero no fue así, terminó el acto, la gente me aplaudió más a mí que al payaso.

Ese día,  llegué a mi casa triste,  mi madre, me dijo como era el circo, y le dije muy, pero muy malo, fue el número del  payaso.

Han pasado 55 años, y ahora veo que la vida esta llena de  payasos en todos lados, que intentan hacer reír  con un mal humor, carente de lógica y de razón, quieren  hacer reír a la gente,  donde muchos son  inocentes y otros se hacen los inocentes, pero Chile,   no es un circo, y  lamentablemente hay muchos que aplauden a esos payasos actuales, que a muchos hace reír,  pero también, a muchos hace llorar.

Comparto este recuerdo de mi niñez...

NOTA: Con la autorización de mi amigo, camarada y compañero de curso, copio aquí su emotiva y oportuna carta. 

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