EL ELLO, EL SUPERYÓ Y EL YO DE CARLOS PEÑA.



Actualizado al 03.AGO.2024:

Carlos Peña nuevamente:


Peña sotiene que "no sería cierto entonces que la diferencia entre el Presidente Boric y el PC sea de política internacional. Sería una diferencia mucho más profunda, una diferencia acerca de la dimensión moral de la democracia".

"Pero si lo anterior es así -si la diferencia que media entre el Presidente Boric y Maduro, por decirlo de esta forma- es relativo al valor de la democracia, y si el Presidente Boric cree de veras que la democracia realiza nuestra concepción de que somos libres e iguales, entonces tiene buenas razones no sólo para rechazar u oponerse a Maduro, sino también para rechazar el régimen cubano que al igual que el de Maduro, al despreciar la democracia o manipularla, desprecia y manipula la dignidad de los ciudadanos", añade.

"Salvo, claro, que todo el análisis precedente esté equivocado y en realidad el Presidente Boric rechace al régimen de Maduro no por la concepción de la democracia que lo anima, sino por razones de política internacional como él mismo dijo. Pero ello sería decepcionante y entonces no habría motivo alguno para aplaudirlo", cierra el columnista.
FUENTE:EMOL.

No concuerdo con Carlos Peña. Él hace un análisis presumiendo que los involucrados tienen una ética y moral similar, pero todos sabemos  que no es así. Tanto la democracia como la moral, solo las usan como instrumentos para lograr sus objetivos, potenciando sus vulnerabilidades y minimizando o neutralizando sus bondades. Ambos y en general todo el que busca la victoria o el poder, de una u otra forma, con mayor o menor fuerza, justificará sus acciones para el logro de sus objetivos. 

En este caso, esas dos "Almas" que dice tener el Presidente Boric, le servirá para zafar del tema. Un alma condenará a Maduro y su fraude eleccionario para quedar bien con la comunidad internacionales y la otra alma seguirá "amigui" de los Comunistas para lograr sus objetivos políticos. Eso no es dimensión moral de la democracia, eso es -según lo que pensamos la mayoría de los chilenos- es ser inmoral.  Si fuera así, Bachelet, y varios más deberían hacer lo mismo.

El tema no es la dimensión moral de la democracia, como afirma Carlos Peña, sino la dimensión moral de quienes han instrumentalizado la democracia.









Cada cierto tiempo me llegan por las Redes Sociales, los comentarios y columnas de Carlos Peña, los cuales también acostumbro a leer en "El Mercurio", especialmente aquellos en que critica el actuar de los políticos y los gobernantes de Chile. Comentarios que normalmente están repletos de citas de intelectuales, escritores o académicos y con una redacción, a veces, no fácil de comprender. 

A pesar de lo anterior, no faltan, los que resumen en un meme sus intervenciones lo que las convierte en comentarios sesgados de un personaje difícil de analizar y que algunos creen, que es de derecha y otros que es de izquierda. Es solo un líder de opinión necesario y valioso de leer, pero que no corresponde encasillarlo ni en la izquierda ni en la derecha.  Hacerlo, sería como tratar de encasillar al Tomás Mosciatti o Agustín Squella (*). Los tres, junto con varios otros, creo que tienen una formación o tendencia liberal de izquierda y con las debilidades propias de un ser humano donde, al final del día, a través de un combate constante entre el ello, el superyó y el yo, se resalta una clara mezcla entre egocentrismo y narcisismo, pero que con sus acertados y fundamentados comentarios, aportan al pobre y cada vez más desprestigiado debate nacional.

Para mis amigos, por si no lo saben, aquí les dejo algunos antecedentes de Carlos Peña (alumno de Agustín Squella), que he recopilado de diferentes fuentes abiertas. Les podría ser útil, para saber "quién es quién" y no encasillarlo políticamente, solo por un comentario que nos agrada. Recuerden que a veces, pero no siempre, "el enemigo de mi enemigo, es mi amigo".

Carlos Hernán Peña González, nacido en junio de 1959, es un destacado abogado y rector de la Universidad Diego Portales (UDP) desde 2007. Educado en el Liceo de Aplicación y la Universidad Católica (PUC), donde obtuvo su licenciatura en Derecho, también posee un Magíster en Sociología de la misma institución y un doctorado en Filosofía de la Universidad de Chile.

Desde joven, Peña mostró una inclinación hacia el marxismo y la izquierda política, aunque su trayectoria intelectual ha sido compleja y a veces contradictoria. Durante sus años en la PUC, asistió a clases con Jaime Guzmán, un líder del gremialismo, a pesar de identificarse como marxista y no militar en partidos políticos. Esta mezcla de ideas marxistas con una práctica más pragmática sugiere una aproximación hacia un liberalismo igualitario, que combina la libertad individual con una preocupación por la justicia social y la igualdad de oportunidades.

Peña ha sido una figura controvertida en el ámbito académico y político chileno. Fue criticado por su papel en la crisis de liderazgo en la UDP en 2005, que culminó con la renuncia del rector Francisco Javier Cuadra. Alfredo Jocelyn-Holt lo acusó de deslealtad en esta situación. Además, Peña ha expresado opiniones fuertes en sus columnas, siendo crítico tanto de figuras de la derecha, como Sebastián Piñera, a quien confrontó públicamente, como de la izquierda, como Ricardo Lagos, cuyas memorias criticó duramente.

El liberalismo igualitario, corriente que parece influir en su pensamiento, busca equilibrar los principios del liberalismo clásico, como la libertad individual y la igualdad de derechos, con una preocupación por la justicia social y la igualdad de oportunidades. Esto implica que una sociedad justa debe garantizar no solo libertades básicas, sino también que todos los individuos tengan las mismas oportunidades para desarrollarse y prosperar.


(*) Agustín Squella Narducci. 

Como he recibido algunas críticas sobre mi opinión política de Squella al tratarlo de "liberal igualitario", les copio aquí una entrevista donde podrán encontrar su opinión y pensamiento político, que no es precisamente ni conservador, ni de derecha ni menos, admirador o justificador del Gobierno Militar como, equivocadamente me han tratado de convencer algunos:

https://lavanguardiadigital.com.ar/index.php/2018/12/11/7615/

Y para no ser menos con Tomás Mosciatti, aquí les dejo también una entrevista de algunos años atrás, donde se autodescribe como independiente, por eso, a veces lo aplaudimos y otras veces lo criticamos:

https://www.infobae.com/politica/2021/06/12/tomas-mosciatti-chile-puede-caer-en-una-crisis-y-en-un-populismo-muy-superior-al-de-argentina/







Comentarios

  1. Este liberalismo igualitario, de cierto modo, es similar al ideal ácrata de los años 20, 30.

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  2. Este liberalismo igualitario me parece muy similar al idealismo ácrata de los años 20 a 30. Se desliga de la visión intransigente del socialismo o comunismo clásicos.

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    1. Gracias Marion.
      "Idealismo ácrata" es una corriente del anarquismo que combina ideales utópicos con una crítica a las estructuras de poder. Busca una sociedad basada en:

      1. Libertad individual: Máxima libertad personal sin interferencia del estado.
      2. Igualdad: Distribución equitativa de recursos y oportunidades.
      3. Solidaridad y apoyo mutuo: Cooperación y ayuda entre individuos y comunidades.
      4. Autonomía: Comunidades autosuficientes y autogestionadas.
      5. Rechazo de la autoridad: Crítica a cualquier forma de autoridad o jerarquía.

      Ha influido en movimientos sociales y políticos a lo largo de la historia, pero con su visión de no aceptar ningún tipo de autoridad ni de contro sobre l9s grupos autogenerados, se aleja del liberalismo igualitario

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  3. Muy interesante, en particular el título; ingenioso por decir lo menos. Las críticas de Jocelyn-Holt, en su momento, no fueron suaves, por el contrario, fueron bastante bruscas. No leo a Carlos Peña porque tiene ese sesgo intelectual tan francés ("mientras menos entienden lo que escribo, mejor me siento") y porque ha hecho de la disidencia moral su marca registrada: está con todos y contra todos. "No cuentes conmigo," parece decirnos, "porque no somos iguales." Si algo anda bien, él nos muestra por qué no anda tan bien como se dice. Si algo anda mal, él nos muestra que en realidad, tan mal no anda. Si algo nos da risa, él nos revela por qué debiéramos llorar. Si algo nos hace llorar, él nos dice por qué debiéramos, a lo más, suspirar. Agréguese a esto un corpus de citas que incluye de pasada a Kant y Schopenhauer, Hegel y Marx, y ya tenemos al chileno en el bolsillo, pues para este lo que no entiende es porque o es demasiado inteligente para su pobre magín mal iluminado o es demasiado cultivado para su patio de cemento. Peña es el hombre para todas las épocas. El que cae parado. El perfecto Anti-Pro. Bien por él.

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    1. Muchas gracias por tan bien redactado y acertado comentario y con el cual concuerdo plenamente.

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  4. Así es Freddy, como decía mi mamá: Jalisco Zapata, si no gana, empata.

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