MAYNE - NICHOLLS SE DESNUDÓ POLÍTICAMENTE.

Mayne-Nicholls se desnudó políticamente: el abrazo invisible de la vieja derecha.

La pregunta que Harold Mayne-Nicholls lanzó a José Antonio Kast —“¿te harías el Larry?”— no fue ingenua ni periodística: fue un golpe político cuidadosamente dirigido. No buscaba respuestas técnicas ni un debate sobre tarifas eléctricas, sino sembrar sospechas y marcar a Kast como parte de algo de lo que, en realidad, nunca ha sido parte: la vieja trama entre poder político y poder económico.

Si de tarifas eléctricas y abusos empresariales se trata, la pregunta lógica debió ser a Evelyn Matthei, quien sí cuenta con el respaldo abierto de la derecha económica tradicional. Personajes como Juan Sutil y otros exponentes del empresariado han sido visibles en su entorno político. Pero no, a ella nadie la incomodó. El golpe fue dirigido a Kast, el que incomoda al statu quo.

Y mientras en pantalla se intentaba instalar esa sospecha, fuera de cuadro —o más bien, invisible para muchos— la vieja derecha volvía a hacer lo que mejor sabe hacer: mimetizarse, mostrarse amable, abrazar al adversario para luego neutralizarlo. La imagen capturada en el mismo instante del debate lo dice todo: abrazos, sonrisas, gestos de cercanía, el teatro político de siempre.

Es la misma derecha económica que lleva décadas financiando campañas, influyendo gobiernos y que ha estado involucrada en múltiples casos de colusión, financiamiento ilegal y abusos empresariales. Son los mismos que hoy levantan a Matthei como su carta, y que prefieren atacar a Kast —porque no les pertenece— antes que transparentar sus propias prácticas.

“Con una sola pregunta, Mayne-Nicholls se desnudó políticamente: no le habló a los responsables reales, sino al que incomoda al viejo poder. Un peón más de la derecha económica que lleva décadas repartiéndose Chile.”

Y aquí hay que decirlo con claridad:

Para los verdaderos patriotas, este tipo de preguntas molesta y ofende. Porque provienen de quienes, sin ninguna posibilidad real de construir un proyecto sólido para el país, solo buscan acomodar su escaso capital político donde más les convenga.

Pensé que el señor Mayne-Nicholls era más honorable, pero al final cayó en la misma estupidez de los malos políticos: usar el debate no para elevar el nivel, sino para congraciarse con quienes siguen defendiendo los mismos privilegios de siempre.

Kast y Republicanos son un partido joven, sin pasado en esa red de colusiones políticas y empresariales. Por eso reciben los golpes más duros: porque representan una amenaza real a la hegemonía de quienes han gobernado desde las sombras.

La pregunta de Mayne-Nicholls no reveló nada sobre Kast. Reveló todo sobre él… y sobre quienes le celebran la jugada.

Existe un grupo de chilenos que estamos aburridos de los malos políticos, sobre todo de aquellos que son mas de lo mismo:

Pero lo mas grave de todo esto, es que existan ciudadanos engañados por los mismos de siempre y otros, dispuestos a apoyarlos.