HABÍA UNA VEZ UN PAÍS LLAMADO VENEZUELA Y UN SABIO ANCIANO LLAMADO AUGUSTO.


El Poder del Voto:

Había una vez, un país llamado Venezuela, donde las personas vivían bajo el mando de un tirano que gobernaba con mano de hierro. Durante años, la población había soportado la opresión, temiendo las imponentes máquinas de guerra que el tirano usaba para mantener su poder: tanques rugientes, aviones de combate que cortaban el cielo como cuchillas, y buques de guerra que patrullaban las costas con sus cañones listos para disparar. Pero lo más temido por el pueblo eran los colectivos en motos, bandas de hombres que golpeaban brutalmente a todo aquel que se atreviera a oponerse al tirano, sembrando el terror en cada rincón del país.Sin embargo, en un barrio olvidado del país, vivía un anciano llamado Augusto. Había sido oficial del Ejército en su juventud y había conocido a lo largo de su vida el valor de la disciplina y el servicio. Hace muchos años, en un intercambio profesional, había tenido la oportunidad de conocer al Ejército de Chile y había quedado profundamente impresionado por su profesionalismo, disciplina y amor a la patria (EL EJÉRCITO QUE HAY QUE CUIDAR). Era sabio y había visto más años que cualquiera en su comunidad. Una tarde, mientras los jóvenes hablaban sobre su impotencia frente al poder del tirano, Augusto les contó una historia que resonó en sus corazones."Cuando yo era joven," comenzó, "mi padre me contó sobre un poder más grande que cualquier tanque, más veloz que cualquier avión, más fuerte que cualquier buque de guerra, y más temido que esos colectivos en motos.

"Los jóvenes lo miraron con incredulidad. "¿Qué podría ser más poderoso que el ejército del tirano y sus colectivos?" preguntaron.

Augusto sonrió y respondió: "El voto. Un simple pedazo de papel que puede cambiar el destino de todo un país."

Pero, ¿cómo puede algo tan pequeño ser más fuerte que un ejército?" insistieron."

El voto," explicó Augusto, "es la voz de cada persona en esta nación. Es el símbolo de nuestra libertad, el derecho de decidir quién debe guiarnos. Un tanque puede destruir un edificio, un avión puede volar sobre una ciudad, y un buque puede dominar el mar, pero ninguno de ellos puede hacer lo que hace un voto: cambiar el curso de la historia sin derramar una sola gota de sangre. Incluso los colectivos en motos, con todo su terror, no pueden silenciar la voluntad de un pueblo decidido."Los jóvenes comenzaron a murmurar entre ellos, sorprendidos por lo que escuchaban. "Pero el tirano nunca nos dejará votar," dijeron.

"Eso es porque el tirano sabe el poder que tiene el voto," respondió Augusto. "Sabe que si el pueblo se une, no habrá ejército ni colectivo que pueda detenerlos. Porque no importa cuántos tanques, aviones, buques o motos tenga el tirano; si el pueblo decide votar por un cambio, todo su poder será inútil.

"Inspirados por las palabras del anciano, los jóvenes de la comunidad comenzaron a hablar con sus vecinos, y estos con los suyos, hasta que toda Venezuela estaba unida en un deseo común: el derecho al voto.

El Día de la Decisión:

Un día, el pueblo entero se presentó en las plazas principales del país, exigiendo su derecho a elegir. Las tropas del tirano, con sus tanques, armas y colectivos en motos, rodearon las plazas, pero el pueblo no retrocedió. Sabían que tenían en sus manos algo más poderoso.

Finalmente, el tirano, viendo la determinación de su gente, comprendió que no podía luchar contra la voluntad del pueblo. Accedió a permitir elecciones libres, o al menos eso parecía.

Cuando llegó el día de la votación, los habitantes de Venezuela acudieron en masa a las urnas. Con cada voto depositado, el poder del tirano parecía desvanecerse. Sin embargo, cuando los resultados fueron anunciados, algo terrible ocurrió. El tirano, al ver que había sido derrotado, se negó a reconocer su derrota. Escondió las actas de las elecciones, proclamando falsamente que había ganado.

El pueblo, enfurecido, clamó por justicia. Los organismos internacionales y el mundo entero condenaron la acción del tirano, reconociendo que el verdadero ganador de las elecciones había sido el pueblo, que había votado por un cambio.

Pero aquellos que mostraron las actas reales con el triunfo del pueblo no tuvieron un final feliz. Fueron perseguidos, encarcelados y amedrentados por las tropas del tirano, que usaron toda su fuerza para silenciar a quienes se atrevieron a desafiarlo.

Aún más doloroso fue el hecho de que no todos entendieron la importancia de este momento. Un pequeño grupo de venezolanos, confusos y desencantados, decidió votar nulo (El ignorante y a veces traidor voto nulo), pensando que así expresarían su descontento. Pero lo que no comprendieron fue que su voto nulo no hacía más que fortalecer al tirano, que se alimentaba de la división y la indecisión.

Augusto, ya anciano, observó con tristeza cómo su país seguía sufriendo bajo el yugo de la tiranía. Sin embargo, algo más lo inquietaba. A pesar de que el tirano había insultado repetidamente al presidente de Chile, solo el Partido Comunista de Chile continuaba apoyando al tirano de Venezuela, agradeciéndole por muchos favores recibidos en el pasado. Este apoyo, completamente incoherente con la situación, era visto por el mundo entero con indignación y repudio.

Pero la tristeza de Augusto no terminó ahí. Transcurridas un par de semanas desde las fraudulentas elecciones, el mundo libre y los regímenes democráticos comenzaron a olvidarse de Venezuela. El país, que alguna vez soñó con la libertad, se había transformado en un empobrecedor régimen totalitario, similar al de Cuba, gobernado por un tirano atrincherado bajo el poder opresor de las armas. 

Augusto sabía que, aunque la semilla del cambio había sido plantada, ahora quedaba la lucha en las manos del pueblo, un pueblo que no podía rendirse si quería recuperar su libertad y su dignidad.

El Paralelismo Chileno:

A medida que la opresión se intensificaba, Venezuela se convirtió en el único país del mundo donde las Fuerzas Armadas y la policía, obedeciendo las órdenes de un cubano en la sombra, perseguían, capturaban, encarcelaban y hasta mataban a sus propios ciudadanos. Todo esto se hacía para proteger a un tirano e ignorante colombiano, que jamás había ganado una elección legítima y que se aferraba al poder sin la menor intención de restaurar la democracia o entregar el mando.

Los venezolanos, sumidos en la desesperación, se preguntaban cómo habían llegado a esa situación. Los rumores sobre la influencia extranjera en su gobierno eran cada vez más frecuentes, y muchos empezaban a sospechar que el verdadero poder no residía en su propio país. Esta percepción de ser gobernados por fuerzas ajenas se fue haciendo más evidente con cada acto de represión, cada vez que un joven era arrebatado de las calles por expresar su descontento, y cada vez que una madre lloraba la pérdida de un hijo en manos de los colectivos y las fuerzas armadas.

A pesar de la violencia, el espíritu de resistencia no se apagó. Augusto, con su sabiduría y valentía, continuó inspirando a los jóvenes, recordándoles que, a pesar de las armas y la opresión, el verdadero poder residía en ellos, en su unión y en su determinación de luchar por la libertad. Les recordó que, aunque los tanques, aviones y colectivos podían infundir terror, no había fuerza más poderosa que la voluntad de un pueblo decidido a recuperar su destino.

Uno de los jóvenes le preguntó al anciano por qué Chile, que había derrotado al comunismo en 1973 a través de un Gobierno Militar, había logrado recuperar la democracia. El sabio anciano, después de un largo suspiro, le respondió al joven: "Es cierto lo que dices. En 1973, durante el Gobierno de Allende, donde el tirano cubano Fidel Castro había estado 26 largos días y donde existía un Gobierno con ministros militares, el Congreso lo declaró fuera de la Constitución a él y a todos esos ministros que estaban trabajando para el Gobierno de la Unidad Popular. En esas circunstancias, sin jamás haberlo querido, para evitar una Guerra Civil, con la crueldad de armas en manos de miles de guerrilleros cubanos infiltrados en Chile, las Fuerzas Armadas y de Orden se pronunciaron en favor del Congreso y tomaron el control del país. Para gobernar el país, inicialmente fue a través de una Junta Militar integrada por los Comandantes en Jefes del Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea y Carabineros de Chile. Posteriormente, por ser el Comandante en Jefe más antiguo de las Instituciones de la defensa, se eligió al Comandante en Jefe del Ejército, como Presidente de la República. Todo ello se logró en un marco de disciplina, honor, tradición y respeto que caracteriza a esas Fuerzas Armadas y de Orden."

"El nuevo Presidente de Chile fue el General Augusto Pinochet Ugarte, quien inmediatamente, y pongan atención en esto, estableció un itinerario para recuperar la desastrosa situación social y económica que vivía Chile y una hoja de ruta para rescatar y fortalecer la democracia, entregando finalmente el poder militar en unas elecciones libres que permitieron el regreso de la democracia y un nuevo presidente elegido por voto popular. Así y todo, algunos llaman al General Pinochet "Dictador", pese a haber rescatado la democracia, haber presentado una nueva Constitución que hasta el día de hoy está vigente en Chile, haber permitido dos plebiscitos para hacer cambios a esa Constitución, haber autorizado el funcionamiento de los Partidos Políticos, haber construido un nuevo y moderno Congreso Nacional, y haber convertido a Chile en el milagro económico del mundo. Pero no tan solo eso, permitió las elecciones que fueron controladas por las propias Fuerzas Armadas y de Orden y aceptó el resultado de las urnas, entregando la banda presidencial al nuevo Presidente elegido en el tradicional y democrático acto en el Congreso de Chile.

"Uno de los jóvenes no aguantó más y le dijo al sabio anciano, "¡Se llamaba igual que usted!" El anciano sonrió. "No hijo, yo me llamo José, pero me impresionó tanto lo que hizo ese General chileno, que le digo a todos que me llamo Augusto." Las risas fueron espontáneas y otro joven preguntó, "Entonces, ¿en Chile no existe el Partido Comunista?"

"Lamentablemente sí existe," respondió el anciano. 

"Con el regreso a la democracia, las Fuerzas Armadas y de Orden volvieron a sus cuarteles, y los políticos de siempre, además de desmantelar esa Constitución de 1980 para uso y abuso de sus ambiciones personales, partidistas y negociados con algunos corruptos empresarios y dueños del poder económico,  permitieron también el regreso del Partido Comunista. Un Partido que hoy incluso es parte de la Coalición de Gobierno que apoya al actual Presidente de ese país. Un Gobierno, como muchos otros, que ha condenado el Fraude Electoral de Nicolás Maduro aquí en Venezuela, pero que tiene el apoyo, respaldo y defensa del Partido Comunista de Chile."

"¡Pero cómo es posible eso!", gritó uno de los jóvenes."

Así es," dijo el anciano, "un apoyo irrestricto. Algo muy distinto al Partido Comunista de Venezuela, que también ha condenado el Fraude Electoral."

"¿Y eso cómo puede ser?", preguntó otro joven.

"No tengo explicaciones para ti," dijo el anciano Augusto, "solo sé que algo muy feo debe ocurrir entre el Gobierno de Maduro y el Partido Comunista de Chile. Algo, que en algún momento, el mundo conocerá.

"Augusto hizo una pausa, sus ojos llenos de una mezcla de tristeza y resolución. 

"Pero no debemos olvidar," continuó, "el costo que tuvo para las Fuerzas Armadas y de Orden de Chile el haber estado en guerra contra quienes fueron derrotados(CAÍDOS EN EL CUMPLIMIENTO DEL DEBER SIN UN MEMORIAL QUE LOS RECUERDE). Para recuperar el poder, aquellos que fueron vencidos internaron, por mar y desde Cuba, toneladas de armas que fueron descubiertas a tiempo por los Servicios de Inteligencia. Hoy, quienes combatieron a esos delincuentes, terroristas y guerrilleros, son perseguidos con el apoyo de jueces y políticos ideológicamente concientizados por la izquierda extrema. Se enfrentan a juicios injustos, aplicando un sistema procesal inquisitivo que dejo de existir en Chile, el año 2005, pero que se utiliza como venganza para perseguir solo exuniformados, con testigos falsos, montajes periodísticos y aplicando retroactivamente, acuerdos internacionales. Jóvenes soldados, oficiales y suboficiales que hace 50 años solo cumplian órdenes hoy ya ancianos, son encarcelados en prisiones donde, por su avanzada edad, llegan a morir, sin ningún derecho carcelario como lo tiene cualquier otro detenido. Todo esto sucede a la vista y paciencia de la sociedad y la casta política de todos los colores, en total impunidad.

"El anciano miró a los jóvenes, ahora silenciosos y reflexivos, y añadió con voz firme: "Lo que debemos recordar es que la verdadera libertad no la otorgan los poderosos, sino que se conquista con valor y determinación. En Chile, las Fuerzas Armadas actuaron para evitar una guerra civil y, con tiempo y esfuerzo, devolvieron el poder al pueblo. Aquí, en Venezuela, todavía tenemos la oportunidad de cambiar nuestro destino, no con armas, sino con la convicción de que nuestra voz cuenta. Nunca subestimen el poder del voto ni el poder de un pueblo que se une por una causa justa.

"Las palabras de Augusto resonaron en la pequeña plaza, como un eco de esperanza. Los jóvenes lo miraron con renovada determinación, comprendiendo que la lucha por la libertad no es fácil, pero es un camino que vale la pena recorrer. Bajo el cielo de Venezuela, un nuevo día se asomaba, trayendo consigo la promesa de que, a pesar de la oscuridad, la luz de la justicia siempre encuentra su camino.

QUIZÁS ESTE SEA EL CAMINO:

Blindar a Corina Machado y a Edmundo González:








NUEVAS NOTICIAS AL 27.AGO.2024:



Fue mediante un comunicado publicado en X, antes Twitter, por donde el funcionario venezolano hizo sus descargos. Allí Delpino acusa “irregularidades ocurridas durante el proceso electoral del 28 de julio de 2024″, convirtiéndose en el primero de los funcionarios del órgano electoral en criticar el proceso y sus resultados.

La denuncia no es menor. En un pasaje del documento denuncia una “falta de transparencia y veracidad de los resultados”, detallando momento a momento los eventos que considera como viciados de la pasada elección presidencial.

(FUENTE: LA TERCERA).

Cercando y aislado al dictador Nicolás Maduro y su narcogobierno:










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